Barack Obama
El Economista.
El presidente Barack Obama y los jefes parlamentarios demócratas y republicanos se declararon este viernes "moderadamente optimistas" respecto a un eventual acuerdo de último momento, pero los plazos se acortan para evitar que el martes Estados Unidos inicie el año con una brutal cura de austeridad.

"El pueblo estadounidense está observando qué estamos haciendo. Obviamente su paciencia es actualmente muy poca", dijo Obama, advirtiendo que si no se alcanza un acuerdo le pedirá al jefe de la mayoría demócrata en el Senado Harry Reid que presente un proyecto de ley  para bloquear las alzas de impuestos automáticas que entrarían a regir el 1 de enero.

El mandatario manifestó igualmente su irritación por el mal funcionamiento del sistema político. Pese a la Navidad y las fiestas de fin de año "la gente común sigue haciendo su trabajo, cumple con los plazos, se sienta y discute las cosas, y entonces suceden cosas. La idea de que nuestros líderes electos no puedan hacer lo mismo les parece alucinante. Y eso tiene que cesar", dijo.

"Tuvimos una reunión constructuiva", comentó de todas maneras el presidente. "Soy moderadamente optimista en que podamos llegar a un acuerdo" antes del fin de año, agregó.

El jefe de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, que negocia un plan con Reid, se manifestó en términos similares. "Tuvimos una buena reunión en la Casa Blanca", dijo.

Reid y McConnell participaron este viernes, durante más de una hora, en una reunión junto a Obama a la cual asistieron también el presidente republicano de la Cámara de Representantes John Boehner y la jefa de la minoría demócrata en esa asamblea Nancy Pelosi.


McConnell señaló que él y Reid trabajarán junto a la presidencia para encontrar un acuerdo "a partir del domingo" y evitar así una cura de austeridad, denominada 'precipicio fiscal', que podría llevar a la primera economía mundial a la recesión, según estiman los analistas.

El martes expirarán las exenciones fiscales para la mayoría de los contribuyentes adoptadas durante la presidencia de George W. Bush y entrarán en vigor drásticos recortes en el gasto público.

Los impuestos de casi todos los contribuyentes estadounidenses aumentarán unos 2,200 dólares anuales, según la Casa Blanca. Los recortes, consecuencia de un pacto entre demócratas y republicanos en 2011, se sentirían sobre todo en el presupuesto de Defensa y podrían derivar en despidos masivos en áreas vinculadas a ese sector.

El Ejecutivo demócrata y el Congreso, cuya cámara baja, clave en cuestiones de presupuesto y fiscales es manejada por los republicanos, no logran entenderse sobre los mecanismos para reducir el déficit público.

Según una fuente cercana a las negociaciones, Obama tenía previsto recordar a sus interlocutores que quiere prolongar las excenciones para quienes ganan menos de 250,000 dólares por año. También quiere prolongar los subsidios para dos millones de desempleados.

En un gesto que trasluce el bloqueo en las discusiones, antes de la reunión del viernes la oficina de Boehner afirmó que "continuará insistiendo sobre el hecho de que la Cámara ya votó un plan para evitar el precipicio fiscal y que es ahora el Senado el que tiene que actuar".

Para el editorialista del diario especializado Politico, Jonathan Allen, las dos partes tienen interés en no llegar a un acuerdo: el primero de enero, Obama habrá obtenido un aumento de impuestos a los más ricos por la vía de los hechos.

Y "para muchos republicanos, el precipicio (fiscal) quiere decir hacer pesar la responsabilidad de una fuerte alza de impuestos sobre el presidente (...) y luego votar para reducir los impuestos de la mayoría de los estadounidenses el mes próximo", explicó.

"Por ahora, el juego político es el de las apariencias", agregó Allen... El Economista... 

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