Alejandro Toral. Sí señores, el PRI saben cómo gobernar México; podremos calificarlos con todos los defectos que se imaginen, pero algo que se reconoce es su conocimiento sobre las tácticas que usan para manipular a la gente sobre sus “logros” y de cómo llevar a cabo estrategias en la administración del país; por algo se han mantenido en el poder durante 80 años. Estos “aciertos” los podemos ver en sus primeros 100 días de gobierno.

Primer acierto: “obligar” a los principales partidos de oposición a jugar en la cancha del PRI: Pacto Por México.

Instrumento traído por el corporativismo evolucionado de 1928, bajo el lema “o estás conmigo o estás contra México”. Comprende una serie de reformas con la agenda del PRI y del presidente, muchas de ellas recicladas de sexenios anteriores que no pasaron por la populista oposición de este partido. Ahora el PAN y el PRD tuvieron que entrar en el juego del PRI firmando este documento para no ser excluidos de la vida política y poder implementar sus propuestas, de lo contrario se verían relegados por la prensa, mayoritariamente pro PRI, como enemigos del país; así como de ganarse la antipatía de más del 50% de la cámara, que es pro priísta, con lo mayoría de gubernaturas y alcaldías.

Segundo acierto: volver a politizar la justicia, hacerla un asunto populista y tener buenos resultados: Caso Elba Esther.

El caso Elba Esther, enmarcado por la bella historia de la Reforma Educativa, es el reciclaje de lo que gobiernos priístas hacían: arrestar al mejor beneficiado del sexenio anterior, para ganar credibilidad, pero sin afectar el sistema. Dicho y hecho, ahí tenemos al SNTE alineado completamente a EPN para que ninguno de la comitiva de Gordillo, que se quedó al frente del sindicato, le haga compañía en la sombrita. No obstante continúa la corrupción en sindicatos e instituciones, dígase ISSTE, Lotería Nacional y Pemex, del cual el líder del sindicato sigue disfrutando del dinero de la paraestatal en sus lujos, claro, desde la bancada del PRI en el Senado.

Tercer acierto del PRI, volver a dominar la prensa o callarla en los casos de crimen organizado, aparentando tener un país más seguro.

La gente que piensa que la violencia en México empezó con FCH y terminó con EPN, está equivocada; las tasas de homicidios se igualan a los años 80 y 90, de acuerdo con cifras de la ONU. ¿Qué pasaba entonces? La prensa callaba los asuntos de violencia para no perjudicar la imagen presidencial. Hoy pasa lo mismo, sin embargo, tiene una modificación, afectar a los gobiernos de la oposición por medio de una prensa sumisa a los poderes del PRI: tenemos publicaciones que Guerrero, Sinaloa, Tabasco y Morelos son tierras de nadie; mientras se maneja que Coahuila, Durango, Nuevo León, Veracruz y Tamaulipas son casi paraísos terrenales donde no sucede una balacera perdida.

Estos y más ejemplos muestran que el PRI sabe gobernar, que el PRI no ha cambiado y sigue siendo el mismo manipulador de antes, que el PRI mantendrá el poder de México, así sea desde los pinos o desde otra zona remota. El PRI nunca se fue ni nunca cambió.  

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