No temo equivocarme, al decirte que te quiero, no temo equivocarme al inmortalizarte en mi recuerdo.

No temo decirte todo lo que siento, no temo que seas mi dueña, en todo momento.

No temo que estés presente en mí, todo el tiempo, que seas mi único pensamiento, no temo que me odies.

Ni que me digas un te quiero, no temo a lo que digas, ni tampoco a serte sincero, lo único que me da pánico.

Y que me quita el sueño, lo único que de verdad temo, es que un día cualquiera, no vuelva a escuchar de tu voz, decirme "te quiero".

Artículo Anterior Artículo Siguiente