Jorge Diaz. ¡Ya suéltense! Dirían en mi pueblo cuando la parejita de novios no deja de andar muy acaramelada paseándose por todos lados y a toda hora. Esto aplica perfectamente para los dirigentes de los partidos PAN y PRD, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, respectivamente.

No salen de la unión libre que su pragmatismo les ha aconsejado y como buenas comadres siguen sacando raja política de todo lo que se mueva. No contentos con su maridaje en las pasadas elecciones, disque para no permitir el paso arrollador del PRI, ahora amenazan con abandonar el “Pacto por México” de no darse una reforma electoral (bajo sus condiciones, por supuesto).

Y es que nadie se opone a las alianzas entre partidos; sin embargo, estas deberían responder a una necesidad surgida de cada situación y de cara a las necesidades de la población y no al revés, ni en todo momento. Me pregunto cuándo regresarán estos dos líderes a ocuparse de sus bases y alejarse de sus intereses personales.

¿Qué proponen? ¿Una fusión?

Una gubernatura en Baja California no hace verano y además, habría que revisar bien los números totales entregados por Madero y Zambrano contra la situación previa a las elecciones, para constatar si efectivamente ganaron todo lo que dicen en el resto de las entidades, puesto que los políticos jamás reconocerán sus derrotas; luego entonces, los militantes de esos dos partidos podrían considerar oportuno este momento, para pedirle a sus líderes más atención y menos protagonismo efectista.

Expertos en mezclar agua y aceite, los mandamases no se han puesto a pensar en la confusión que entre sus huestes se podría estar generando con esa terquedad de ir juntos en todo y chantajear con la permanencia o no del multicitado pacto hasta el cansancio, ignorando que es urgente reforzar su identidad y construir cuadros fuertes e individuales (me refiero a propios de cada uno y no compartidos entre ambos partidos) al interior de sus institutos para competir en las próximas elecciones y sacar adelante su agenda programática e ideológica.

Hacia dónde vamos, podrían estarse preguntando panistas y perredistas, a la despenalización del aborto o a su prohibición, a la apertura económica o al proteccionismo, a las ideas conservadoras o a las liberales y así.

¿Y todo por el “Pacto por México? o ¿Por arrebatarle algunos triunfos al PRI? o ¿Por salvar el pellejo de Madero y Zambrano en sus respectivos partidos?

Que después no se quejen de una desbandada de militantes. En el caso de los de izquierda, el gran receptor sería MORENA y en el del PAN, opciones de centro-derecha hay.

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