Las discotecas son un buen lugar para captar a las jóvenes
Las discotecas son un buen lugar para captar a las jóvenes.
Concha Moreno. Últimamente me han contado varias historias en las cuales el denominador común es: chica joven, buena bailarina, y con ganas de trabajar. Un buen día, alguien les ofrece un contrato de trabajo, con alojamiento, buen sueldo… y residencia en el DF. Muy legal, aparentemente.

Ninguna tiene más de 20 años. Suben a un avión, desembarcan y “aterrizan”. Aterrizan a la realidad que les espera: la prostitución. Bailarán, sí, pero también tendrán que soportar que las manoseen, acostarse con quien esté dispuesto a pagar por ello, drogas para soportar la miseria y, si alguna pretende escapar, la muerte será su única liberación.

En síntesis, es el “modus operandi” de los responsables de varios lugares ubicados en la lujosa zona de Condesa, abiertos al público desde hace más de 15 años. Se llaman Solid Gold, Bada Bing y

Butcher's Club.


En estos momentos, tras las últimas denuncias que han presentado algunas de las mujeres que han conseguido escapar del cautiverio, los integrantes de distintas organizaciones de la sociedad civil que trabajan contra la trata de personas siguen sin entender cómo las autoridades aún no han actuado contra esos lugares.

Exigen que se investiguen hasta sus últimas consecuencias las acusaciones, puesto que se trata de presunta violación, delitos contra la salud, trata, secuestro y homicidio en el interior de esos establecimientos, así como en el domicilio donde se alojan las jóvenes, situado en Estocolmo 114.

Las historias

Para que comprender la auténtica dimensión del delito que se les imputa, voy a contar algunos casos. 
El contrato como bailarina incluye el sexo y las drogas.
El contrato como bailarina incluye el sexo y las drogas.
Vanesa Martínez y Andrea Isabel Mensa, ambas de nacionalidad argentina, fueron contratadas en su país para venir a trabajar como bailarinas. Al llegar fueron hospedadas en la calle Estocolmo, en la zona Rosa. Una vez instaladas, las dirigieron a sus lugares de trabajo, los clubs antes mencionados. Una vez fueron conocidas allí, las “colocaron” en establecimientos de Guadalajara, Jalisco, sucursales de los de Polanco.

Según la página electrónica de la organización argentina Red Nacional, alto al tráfico y la trata, Vanesa llegó a nuestro país en 2007 y tiempo después fue reportada como desaparecida por sus familiares. Según se pudo investigar más tarde, fue abandonada en un hospital, donde murió y, como su cuerpo no fue reclamado, la enterraron en una fosa común.

A Andrea Isabel Mensa, también argentina, y se le vio por última vez en Guadalajara, donde un día, simplemente, no regresó a su vivienda. Aparentemente había abandonado todas sus pertenencias, algo no demasiado extraño, pero lo que nadie podía creer es que hubiera hecho lo mismo con su mascota, pues había viajado con ella desde su país. Se rumoreaba que los jefes la habían llevado a Tijuana. La buscaron en México y en Argentina mediante anuncios, en donde se leía: “fue bailarina en Guadalajara y el DF”. Hoy se la sigue buscando.

En condiciones semejantes llegó a México la venezolana Angélica Felicia Nieves Hidalgo a los 18 años. También fue hospedada en la calle Estocolmo y obligada a bailar y prostituirse en los mismo antros. Sin embargo, en 2010 tuvo la osadía de hacer una denuncia, por los abusos de los que era objeto, ante la Procuraduría de Justicia del DF (PGJDF). En ella relataba con todo lujo de detalles el “modus operandi” de la gente que la explotaba, a la vez que solicitaba ayuda y exigía justicia.

Como respuesta a la denuncia de Felicia, los abogados de los presuntos tratantes acudieron a defenderse y refirieron que “alguien”, de manera anónima, les había hecho llegar copias de la denuncia; aseguraron que Nieves Hidalgo intentaba extorsionarlos y presentaron una grabación en la que ella les exigía 20 mil dólares a cambio de no denunciarlos. Hay que entender que ese “alguien” no podía ser nadie más que “alguien” relacionado con la justicia con intereses o amistades en los referidos locales.

La defensa del Solid Gold fue replicada en varios periódicos de circulación nacional, en los que se presentó a Nieves Hidalgo como una consumada extorsionadora e integrante del crimen organizado. A partir de ese día no se volvió a saber nada de ella, desapareció sin dejar rastro; no asistió a realizar los estudios ordenados por las autoridades, ni ratificó su denuncia. Dejó todas sus cosas, inclusive su pasaporte y al día de hoy nadie conoce su paradero.

Testimonio real


Una de las formas en que el Solid Gold y sus socios recluta a las mujeres que trabajan en sus instalaciones fue descrita en 2009 por la argentina Maricel Carvajal en www.díaadía.com.ar, en una noticia titulada “Bailaba por un sueño y vivió una pesadilla”, en la que relataba cómo fue contactada en internet por Jesús Cortez. Éste la convenció para venir a México a trabajar como bailarina en ese club nocturno, que ella consideraba serio y prestigiado.

Esta joven recibió un pasaje y la promesa de Cortez de recibirla en el aeropuerto de la ciudad de México, pero en su lugar apareció una tal Edith. En otros vuelos llegaron a continuación dos venezolanas y una colombiana. El grupo se puso en camino hacia la Zona Rosa, donde se hospedarían, y comenzaron las presentaciones entre ellas. Maricel era bailarina, las otras dos modelos.

La mujer que las recibió fue la encargada de informarles de su cometido mientras empezaban a trabajar en lo que Cortez les había prometido. Consistía, básicamente, en ganar algún dinero atendiendo a señores que les iban a pagar muy bien a cambio de sexo.

La argentina empezó a temer por su integridad y, como llevaba unos dólares, puso un pretexto para regresar al edificio de Estocolmo y poder escaparse. Lo consiguió y le faltó tiempo para contar su experiencia, a fin de avisar a otras mujeres que pudieran estar siendo víctimas del engaño que ella sufrió.

Reclamos en internet


La forma de contratar a estas muchachas puede ser mediante intermediarios que les hablan en sus países de las excelencias de trabajar en estos locales, o bien mediante anuncios a través de sus propias webs.

Se puede comprobar. En la página web del Solid Gold hay un link (http://www.solidgold.com.mx/?s=dance ) que dice ¿quieres ser bailarina Solid Gold?, y al pinchar indican que facilitan un boleto de avión a las interesadas si viven fuera de la Ciudad de México. Aclara que deben tener 18 años, rellenar un cuestionario y mandar una fotografía de cuerpo entero.

También indican que no pagan salarios ni comisione por copa, ya que “las niñas ganan exclusivamente con sus bailes” y advierten, textualmente de “dos reglas muy importantes: NO prostitución y NO drogas.

Una negativa supone malos tratos;  revelarse,  la “desaparición”.
Una negativa supone malos tratos;
revelarse,  la “desaparición”.

Denuncia reciente

Hoy se sabe a ciencia cierta que allí se las engaña y que de allí desaparecen. De ello me ha informado la activista Rosi Orozco, Presidenta de la Comisión Unidos Contra la Trata de Personas.


En días pasados escapó una joven colombiana de 19 años, quien denunció haber llegado aquí con una propuesta engañosa de trabajo. Al llegar le llevaron a conocer el lugar de trabajo que resultó ser el Solid Gold.

Allí vio drogas, y a una joven a quien desnudaron los clientes para manosearla públicamente. También observó los privados donde ella tendría que prostituirse y conoció a otras compatriotas, quienes intentaron quitar importancia a lo que sucedía en el local, pues, aseguraban, ellas vieron lo mismo en su momento, pero luego “se acostumbraron”.

La joven colombiana se dijo a si misma que jamás se acostumbraría, por lo que se las ingenió para escapar, y gracias a su valentía para denunciarlo se pudo rescatar a varias mujeres extranjeras y mexicanas.

Como consecuencia de esta denuncia, la PJGDF, junto con la PGR, han entrevistado a cada una de las jóvenes. Orozco dice sentirse agradecida “por el compromiso y sensibilidad de los procuradores Murillo Karam y Rodolfo Ríos, así como de las fiscales Nelly Montealegre y Juana Camila Nautista, en el tratamiento de este caso”. También reconoce que ha sido un auténtico esfuerzo el que ha realizado el personal de FEVIMTRA y de la Fiscalía Central de Investigación para la atención del delito de trata de personas en el DF.

Preguntas sin respuestas


Pero las preguntas siguen en el aire ¿En dónde se encuentran las jóvenes desaparecidas?, ¿por qué los dueños de estos giros negros continúan operando con tal impunidad?, ¿cómo han podido violar los derechos elementales de tantas mujeres y ser intocables durante tantos años?

Rosi Orozco dice “queremos respuestas y queremos justicia”. Asegura tener confianza en que Rodolfo Ríos Garza, Procurador General de Justicia del Distrito Federal, continuará con la batalla que ha emprendido contra la trata de personas y que conseguirá “detener una vez por todas a estos delincuentes capaces de destruir a tantos seres humanos”.

Yo también confío en que alguien ponga coto a la impunidad con la que se ejerce la trata de mujeres en todo el mundo. Pero no me engaño; es un atarea harto difícil, pues no hay que olvidar que el “negocio” de la prostitución mueve demasiados millones en todo el mundo. En realidad es el que más ganancias reporta, junto con el contrabando de armas y el tráfico de drogas.

Según datos de la ONU, la prostitución alcanza cifras de 108.000 millones de euros; es decir, algo así como un billón 846,776 millones de pesos. Mucho dinero para que renuncie a él la gente sin escrúpulos.  

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