David Ed Castellanos. ¡Bendito Dios! Los papas, Juan XXIII y Juan Pablo II, serán canonizados en Roma este próximo domingo. Y le digo esto porque dentro de la alegría de la Pascua y la glorificación de estos personajes de la iglesia católica; la Diócesis de Tampico llama a la comunidad en general sumarse al movimiento de fe que tendrán este sábado 26 a partir de las 12 horas en la Ganadera de Altamira (municipio que integra la Zona Metropolitana de Tampico) para celebrar la fiesta de la Divina Misericordia, que como dijera Monseñor, Elías Gómez Martínez, “promovió mucho Juan Pablo II”

Entonces, en relación a este acto de fe que está próximo a efectuarse y la ya mencionada santificación; la Diócesis aprovechara para congregar a los religiosos – enseguida palabras textuales del Monseñor tampiqueño- “para estudiar, porque hay temas de reflexión; para orar y vamos a aprovechar también a orar por la paz por supuesto y para celebrar así con alegría esta gran fiesta para toda la iglesia universal que es la canonización de estos papas” y por eso le digo, que Tamaulipas parece tener el apoyo de la iglesia católica porque realmente el llamado no es exclusivo para orar por la paz, sino que la situación de la violencia en el Estado, coincide con la beatificación de los papas y la Pascua.

Pero no es la primera vez que la iglesia católica en Tamaulipas, evita manifestarse abiertamente contra la violencia o que sus representantes se alejan del tema. A mediados de mayo de 2010, cuando se vivía el peor pasaje en la historia del narcotráfico local, el Cardenal, Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, visitó Tampico para bendecir las instalaciones del nuevo Hospital propiedad de la familia, Vázquez Aldir; al finalizar el acto protocolario, los medios de comunicación pidieron a don Norberto, un mensaje de paz para los tamaulipecos que realmente vivían con un miedo nunca antes experimentado; pero aquel día la desfachatez fue tal del ahora integrante del Consejo para la Economía del Vaticano, que lo orilló a guardar un silencio sepulcral y sosiego se aparto de los micrófonos.

Si bien es cierto la violencia que azota a Tamaulipas no es exclusiva de esta región, sí obliga al tamaulipeco caminar con cuidado por las calles de sus municipios y guardarse más temprano para evitar con ello en la medida de lo posible, encontrarse con alguna acción temeraria, de esas que suenan todos los días en todos los rincones de un Estado Fuerte que pareciera ser ajeno a ese México en movimiento.

davidcastellanost@hotmail.com 

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