La matriz del banco, que se encuentra en la calle de Hamburgo, en la colonia Juárez del DF, permanecerá cerrada, aunque abrirá en unos días para dar atención e información a sus clientes, una vez que se declaró en quiebra por las autoridades. Foto: David Solís


A 20 años de distancia de la crisis en el sistema financiero mexicano, un banco vuelve a estar en un proceso de liquidación. Se trata de Banco Bicentenario, que tras sufrir un deterioro en su nivel de capital perdió la licencia que apenas había obtenido en 2012 tras casi cuatro décadas de haber operado como la Unión de Crédito Nuevo Laredo.

En conferencia de prensa, el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Jaime González Aguadé, atribuyó la caída en el Índice de Capitalización (ICAP) de Banco Bicentenario, que pasó de 9.99 por ciento en mayo de este año a 2.98 por ciento en junio, a que no logró concretar su modelo de negocios y un programa de inyección de capital.

Explicó que el banco incumplió con su propio plan de negocios al otorgar 30 millones de pesos en 14 créditos, cuando su meta era llegar a 496 millones.

González Aguadé detalló que las continuas pérdidas operativas y el incumplimiento del compromiso de capitalización por parte de los socios, ocasionó que al cierre de junio el capital contribuido, que era de 485 millones de pesos, se redujera en 374 millones, dando como resultado un capital contable de 111 millones de pesos; inferior al capital mínimo exigido por ley.

“Esta resolución fue notificada al banco, y en coordinación con el IPAB y demás autoridades financieras se tomó control de la operación, encontrándose actualmente en liquidación”, dijo.

Fallas de la institución


Derivado del deterioro en su capitalización, el presidente del órgano supervisor comentó que se llevó a cabo la imposición de varias medidas, entre las que se encontraron informar a su Consejo de Administración la categoría en que fue clasificada y las causas que motivaron el deterioro de su índice de capitalización.

Asimismo, se le solicitó presentar un plan de conservación de capital aprobado por su propio consejo, con el objetivo de incrementar el ICAP, el cual debería contemplar al menos un programa de eficiencia operativa, la racionalización de gastos, el incremento en la rentabilidad, el fortalecimiento del capital social, así como el establecimiento de límites, operaciones y riesgos.

La autoridad además solicitó a Banco Bicentenario abstenerse de celebrar operaciones que pudieran generar un decremento en su índice de capitalización, así como incrementar los montos de financiamiento a personas.

Sin embargo, este plan de conservación que se presentó a la Comisión por parte del banco no cumplía con los requisitos previstos por la normatividad, por lo que no fue aprobado.

Sin recursos fiscales


El subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, señaló que este proceso de liquidación no se hubiera llevado a cabo con la rapidez y coordinación que se ha tenido entre las diversas autoridades sin los cambios aprobados en la Reforma Financiera, y aclaró que el dinero con lo que se cubrirá a los ahorradores de Banco Bicentenario no son recursos fiscales.

LIQUIDACIÓN PARA LA HISTORIA


Banco Bicentenario es la primera institución de banca múltiple de la llamada de nueva generación en entrar en un proceso de liquidación.

Lo anterior luego de que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) revocara al prestamista el permiso para operar como Institución de Banca Múltiple porque su índice de capitalización (ICAP) a junio se ubicó en 2.98%.

La liquidación de un banco no se observaba desde la crisis económica y financiera de 1994 y 1995, que llevó a la CNBV a intervenir 12 instituciones.

Entre 1994 y 1998, la CNBV intervino además de esos bancos, a nueve grupos financieros, siete casas de cambio, cinco arrendadoras, seis casas de Bolsa, cinco empresas de factoraje, tres uniones de crédito y dos sociedades de ahorro y préstamo.

Uno de los más escandalosos fue el Banca Unión en 1993, donde la institución fue objeto de intervención administrativa un año después y de intervención gerencial a los 14 meses. La CNBV emprendió acciones legales contra su principal accionista, Carlos Cabal Peniche.


Quiebra el Banco Bicentenario; duró sólo 15 meses

 Garantía a los ahorradores


Con el inicio del proceso de liquidación de Banco Bicentenario, ayer comenzaron a enviarse los cheques a 267 ahorradores que tenían depositados sus recursos en esa institución, gracias al seguro de depósito del IPAB. Sin embargo, por ley, no están garantizados los depósitos de los accionistas, ni miembros del Consejo de Administración.

Lorenzo Meade, secretario ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), explicó que el organismo inició la liquidación y el pago de obligaciones garantizadas por alrededor de 146 millones de pesos como parte del seguro de depósitos.

Sin embargo, comentó que en términos de la ley, el IPAB no garantiza los depósitos a favor de los accionistas, de los miembros del Consejo de Administración, de los funcionarios de los dos primeros niveles jerárquicos de Banco Bicentenario, de los apoderados legales con facultades administrativas y de los gerentes generales.

“Estas personas conservan su derecho ante la institución en liquidación”, precisó.

Fernando Aportela, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, explicó que 670 personas tenían depósitos en Banco Bicentenario, no obstante sólo 267 de ellos están garantizados, ya que el resto corresponde a socios o funcionarios de la institución.

Recordó que los instrumentos que garantiza el IPAB son los depósitos a la vista como cuentas de cheque, depósitos en cuentas de ahorro, depósitos a plazos retirables con previo aviso como certificado de depósito, depósitos retirables en días preestablecidos.

Estas obligaciones garantizadas están protegidas hasta por el límite de cobertura de 400 mil UDIS, es decir, alrededor de dos millones 54 mil 181.20 pesos.

En cuanto a los ahorradores, comentó que recibirían su dinero sin que sea necesario realizar trámite alguno, es decir, el pago se va realizar de forma automática mediante un cheque nominativo y no negociable expedido a favor de los titulares garantizados para abono en cuenta del beneficiario.

Detalló que el cheque con el que se les devolverá sus recursos a los ahorradores tiene mecanismos de seguridad.

Vía: Dinero.

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