“Un mundo sin drogas puede ser una utopía, pero uno con menos violencia y sufrimiento puede ser real”, dice un cortometraje animado realizado por la Comisión Global sobre las Políticas de Drogas (Global Comission On Drug Policy), en donde se plantea la posibilidad de un cambio de visión y de estrategias para enfrentar al narcotráfico y el uso de drogas a nivel mundial.

Esta comisión está integrada por ex presidentes de Colombia, Brasil, México (Ernesto Zedillo), Suiza, Portugal y Polonia, entre otros, y desde hace unos años ha criticado la cerrazón y la falta de visión por parte de los gobiernos y de la ONU, que mantienen la postura de enfrentar a las drogas desde una política de prohibición.

Esta pequeña historia animada llamada “War on Drugo”, plantea de forma definida las diferentes vertientes que se ramifican alrededor de las drogas. Por un lado el negocio, la violencia, la corrupción y la inestabilidad que esto produce en algunos gobiernos, y por el otro lado, el uso de las drogas, las adicciones y los costos sociales.

Según un reporte de la London School of Economics (LSE) publicado a mediado de este año, a nivel mundial el mercado ilegal de las drogas produce unos 300 mil millones de dólares anuales. Algunos expertos en temas de narcotráfico en México, aseguran que de esta cifra, unos 40 mil millones pertenecen a los cárteles mexicanos.

Es decir, las drogas son un negocio redondo. Y para que esto funcione, se necesita también la colaboración de las altas esferas del poder para crear los vínculos necesarios para que este dinero tenga alguna utilidad. La corrupción es la clave para esto.

Han pasado 40 años desde que inició está guerra frontal, militarizada y violenta en contra del narcotráfico como una política mundial implementada desde los Estados Unidos con el aval de la ONU.

En estas cuatro décadas, los resultados han sido insuficientes. La violencia ha crecido exponencialmente en países por donde pasan las drogas y al menos se puede contabilizar que un billón de dólares –invertido solamente por el gobierno de EU- ha sido derrochado en armamento, inteligencia y operaciones secretas que solamente han alimentado y empoderado al narcotráfico.

¿Qué es lo sustancial de esta propuesta de la Comisión Global sobre las Políticas de Drogas? Que las drogas no se deben combatir para erradicarlas, sino para controlar y regular su comercialización, producción y aminorar así los daños sociales.

México es el país de moda en temas del narcotráfico. Cuando en 2006 se oficializó la entrada en vigor de la “guerra contra el crimen organizado”, el gobierno federal recibió apoyo y respaldo de los EU.

La iniciativa Mérida es uno de esos programas que nadie sabe cómo ha sido aplicada o qué beneficios ha dejado a la sociedad civil, pero fue –y sigue siendo en menor medida- el referente para que ambos gobiernos se vanagloriaran de su “exitoso trabajo conjunto” en sus guerras interminables contra el narcotráfico.

Otra propuesta interesante de esta comisión, es el hecho de descriminalizar al adicto. Un adicto a las drogas es un problema social que afecta el ámbito familiar, productivo, que genera un enorme costo de salud pública y que no se cura o se recupera condenándolos a sentencias en prisión.

Esto se dirige hacia un cambio en la visión social para prevenir el abuso de drogas y regular su uso. Además de apoyar con financiamientos a programas preventivos no solo para evitar el consumo, sino para que no se propaguen enfermedades como VIH por ejemplo, debido al intercambio de agujas entre los adictos.

Es una utopía y un engaño creer que las drogas van a desaparecer. El discurso de los gobiernos pierde cada vez más credibilidad en la sociedad en la medida en que los narcotraficantes presumen sus lujos, sus millones y su vida de ensueño en las redes sociales –estando incluso en las cárceles-. ¿Quién se cree el cuento de que esta lucha tiene sentido?

México es el mejor ejemplo de esto. Unos 125 mil asesinatos se han producido del 2006 a la fecha. Más de 100 mil desplazados producto de la violencia en regiones controladas por el narcotráfico. Estados como Veracruz, Michoacán, Tamaulipas, Sinaloa, Estado de México y Guerrero, viven a diario asesinatos, secuestros y extorsiones. ¿Estas cifras indican que el gobierno federal está ganando la guerra contra el narcotráfico?

Este es el verdadero costo social del narcotráfico. Es verdad que el aumento en el uso de las drogas es significativo en todo el mundo en los últimos años, pero comparado con lo que ha generado está política de lucha contra las drogas en México, el costo para nosotros los mexicanos es altísimo y desgarrador.

Lo peor: no sabemos si algún día va a terminar o al menos a disminuir sus efectos negativos. Por eso apoyamos las propuestas que nos den la esperanza de que un mundo “con menos violencia y sufrimiento puede ser real”. 
 
Artículo Anterior Artículo Siguiente