Miguel Acosta. A la zaga. Literalmente a la zaga. Así andaré esta semana en materia de análisis y comentario sobre las acciones principales del presidente de la república, Enrique Peña Nieto.

No es algo exagerado, pero escribir el martes y jueves, apenas alcanza para comentar lo dicho en el discurso de Palacio Nacional, tras su rendición de Protesta en San Lázaro.

Las 13 iniciativas, líneas de acción o como desee llamarlas, dan para tres o cuatro artículos, pero si a ello le sumamos que se concretó el domingo el llamado Pacto por México.

Este sólo hecho -que algunos pretenden comparar con el de La Moncloa, cuyos propósito principal fue en materia económica- da para otros seis artículos, por el análisis de cada uno de sus cinco puntos de acuerdo establecidos.

Sin embargo, al empalmar el texto del discurso de @EPN en Palacio Nacional con el desglose de los aspectos específicos de cada Punto de Acuerdo, veremos que el presidente inició ya la parte que le corresponde de cumplir, establecida en el Pacto por México.

Pero más allá del análisis puntual, tanto del discurso en Palacio Nacional como del Pacto por México, hay hechos incontrovertibles: existe un deseo de hacer, de mejorar, de cambiar realmente algunas cosas. La agenda del Pacto tiene contiene añejas demandas en materia de justicia social, de ampliación y consolidación de la democracia y conclusión de la transición. El Pacto nos lleva a un México nuevo que sólo puede ser posible si las fuerzas políticas, económicas sociales que interactúan en él entienden y cumplen la parte que les corresponde.

No se acaban las diferencias políticas, sólo que se busca que éstas no sean factor de retroceso o de estancamiento, como hasta hoy lo han sido.

Lo interesante no es sólo que hay una agenda común, por así decirlo de manera simplificada, sino que ésta deviene en una ruta crítica que marca el rumbo que debe seguirse, paso a paso, para cumplimentar todos los acuerdos contenidos en el Plan por México.

Pero @EPN ha dado varios pasos a la vez. Al tiempo que disfruta y celebra la emoción de su llegada a Palacio Nacional, inicia sus labores con iniciativas que de suyo nos indican su ánimo de poner freno a la corrupción en el gobierno federal, por ahora, y el control de las deudas de estados y municipios que los tienen prácticamente ahogados.

Estos dos pasos, van ligados: combate a la corrupción y control de las deudas de estados y municipios. Actuar de manera irresponsable y sin control alguno, ha comprometido las finanzas de estados y municipios. Eso está claro y consta en todos los estados del país.

@EPN dijo: “Igual que en la vida de las personas, las familias o las comunidades, en la vida de las naciones se presentan, pocas veces, las oportunidades de cambiar de manera trascendental. Cuando aparecen estas oportunidades lo fundamental es reconocerlas, sobre todo, entenderlas y aprovecharlas.

Eso es, precisamente, lo que hoy propongo a la Nación. Aprovechar esta magnífica oportunidad para llevar a México al lugar que se merece.

Mi compromiso es conducir este esfuerzo colectivo ejerciendo cabalmente las atribuciones de mi cargo en el estricto marco de la ley.

A partir de hoy, la primera obligación que tengo como Presidente de la República, es cumplir y hacer cumplir la ley.” Fin de la cita.

Cinco ejes, 13 decisiones. Parece fácil, pero no lo es. Entramos a decisiones que se entremezclan, que se concatenan, donde varias dependencias deben intervenir para sacar adelante una sola decisión. Complejo pero posible.

Por eso dije al principio que andaré a la zaga, porque esta saga tiene varios capítulos porque hay mucho para contar.

Tres Comentarios al Margen

1. No tuvo que ir muy lejos el director del Centro SCT en Colima, Benito García, por la respuesta a su declaración de que los casi mil millones de pesos para obra del ferrocarril está perdidos. El Secretario General de Gobierno, Rogelio Rueda, quien ya fue alcalde, diputado federal y senador, dijo muy claramente que no están perdidos los recursos para el proyecto de sacar el tren de la ciudad de Manzanillo y agregó que, en el peor de los casos, el recurso puede ser reprogramado para el siguiente ejercicio fiscal.

El funcionario estatal fue enfático al decir que “es muy importante tomar en cuenta a la gente porque la obra tardará 2 años.

Sobre la declaración de Benito García, Director del Centro SCT en Colima, de que el alcalde pedía 200 millones para obras compensatorias, dijo que es algo que se ha hecho con anterioridad para buscar obras compensatorias de las afectaciones a los manzanillenses por la actividad portuaria”.

Como dicen en mi barrio, la calle nueva: que no invente el señor Director del Centro SCT en Colima, Benito García, y que vaya a asustar a otros con el petate del muerto.

2. No hay condena por parte de AMLO y sus adláteres a quienes causaron daños y destrozos en la Ciudad de México el sábado anterior. Eso sí, ya solicitó la renuncia de dos funcionarios federales por la “represión” realizada al detener a los delincuentes en pleno acto destructivo. ¿De qué se trata, si millones de personas lo vimos en vivo?, ¿a quién pretende engañar AMLO? Lo otro es la catarata de adjetivos contra quienes disienten de sus puntos de vista. Las redes sociales están llenas de adjetivos, no de razones ni argumentos.

3. Los tres partidos relevantes han firmado un pacto que puede volverse importante. En este momento es solamente una declaración de buena voluntad que no contiene compromisos concretos pero puede convertirse en una plataforma para la reconstitución del poder estatal. El acuerdo parte de la necesidad de reivindicar lo público frente a la imposición de las parcialidades. Los poderes fácticos, afirmar los tres partidos relevantes, desafían a la república. Las coincidencias expresadas en el pacto no son menores ni son tan etéreas. Se perciben, pues, condiciones para la negociación de las reformas que el país ha estado esperando durante mucho tiempo. Jesús Silva Hérzog Márquez

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