La Jornada. Brasil quedó insatisfecho con las explicaciones de Estados Unidos sobre las denuncias de espionaje en su territorio y podría llevar el tema a la ONU, dijo el miércoles el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo.

"El gobierno brasileño no está satisfecho con las explicaciones de las autoridades estadounidenses sobre las denuncias de monitoreo ilegal de datos en Brasil", dijo Bernardo durante una presentación en el Congreso, según consigna la página de internet del ministerio.

Para Bernardo, Estados Unidos sólo ha entregado "informaciones genéricas".

El ministro destacó además que la intención de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, es llevar la discusión sobre el asunto a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El martes, tras una reunión en Brasilia con el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, el canciller brasileño Antonio Patriota ya había dicho que si Estados Unidos no explicaba el tema del espionaje de forma satisfactoria, generaría desconfianza en la relación bilateral.

Por el momento, una comisión brasileña visita Estados Unidos para reunirse con funcionarios vinculados al caso y recabar información.

Durante una corta visita el martes a Brasil, Kerry se reunió con la presidenta Dilma Rousseff y antes con el canciller Patriota para afinar detalles del viaje que la gobernante tiene previsto hacer en octubre a Estados Unidos.

Tras la cita con Patriota, el secretario Kerry dijo que Brasil merecía respuestas y las iba a tener, y aseguró que el espionaje ayudó a proteger ciudadanos de todo el mundo, incluso brasileños.

De acuerdo con Bernardo, lo hecho por Estados Unidos no sólo fue para combatir terrorismo, sino que "envuelve también cuestiones de espionaje industrial, comercial y diplomático", según declaraciones que consigna la estatal Agencia Brasil.

Junto con el jefe de ciencia y tecnología del ejército brasileño, el general Sinclair Mayer, el ministro Bernardo concurrió a una audiencia pública en el Congreso sobre las denuncias de espionaje practicado por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, en inglés) de Estados Unidos.

Basado en documentos filtrados por el exconsultor de inteligencia Edward Snowden, el diario O Globo informó en julio que Brasil formó parte de una red de 16 bases de espionaje operadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que intervinieron millones de llamadas telefónicas y correos electrónicos.

De acuerdo con autoridades brasileñas, Estados Unidos explicó en ese momento que sólo hacía recolección de metadatos (información sobre tráfico de correos electrónicos y de llamadas telefónicas, sin indagar en el contenido).

No obstante, para Bernardo, la NSA no sólo hace recolección de metadatos sino que realiza un "monitoreo mucho más profundo".
La Jornada.

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