Extremistas adoloridos
Mire Usted cómo se parecen López Obrador y Trump. Siempre midiéndole la temperatura a la opinión pública, le hacen ajustes a su discurso, pero cuando algo les pega en su línea de flotación, explotan de forma iracunda, no reparan en que su reacción los desnuda como personas y los describe como líderes, en caso de que lograran serlo.

Trump ha evidenciado que la crítica de Hillary contra la actitud groseramente machista hacia Alicia Machado, fue un duro golpe a su imagen y, sin lugar a dudas, él sabe que está repercutiendo ya en el electorado norteamericano. La Clinton dio en el clavo.

¿Cuál fue la reacción del candidato? Sencillo: llamo asquerosa a Hillary e invitó a todos a ver un video con contenido sexual de la ex miss Universo. Así de fácil, su único argumento es la porquería, hacer daño a las personas para tratar de tapar sus errores. Desviar la atención, pues.

Y luego pasamos al lado mexicano.

Dos cosas le duelen al tabasqueño, está perfectamente documentado. Una, que se hable en los medios de ‘el voto útil’. No sabe Usted cómo reaccionan él y sus huestes. Con el simple hecho de mencionar que a México le conviene pensar en el voto útil como remedio para no permitir la llegada de un extremista a la presidencia, a falta de una segunda vuelta electoral, las redes sociales se vuelcan sobre quien lo haya dicho con finezas como ‘eres un HDTRPM’.

Y la segunda: que se ponga en evidencia su deshonestidad. Digan lo que digan, el reportaje de The Wall Street Journal, le pegó durísimo entre quienes todavía creen que el señor es impoluto ¿la prueba? salir a intentar un control de daños diciendo que demandará al diario estadounidense, pero no sólo eso, sino también a sembrar la injuria de que Enrique Peña Nieto está enfermo, quizá, dijo, de depresión.

Seguramente el tabasqueño cree que las revelaciones del diario fueron con los atentos saludos de la presidencia, de lo contrario no se explica el ataque directo al presidente. De no ser que tanto le afecta a su imagen esta verdad, que quemó un cartucho grande ¿para qué? para desviar la atención.

Así de sencillo: ensucia la imagen del otro, sin reparar en la mentira, solo perjudica a los demás para intentar librar los señalamientos de sus propios errores.

Le digo, se parecen tanto.

Pero ahora ya saben: a Trump le hace mucho daño el evidenciar su misoginia y proclividad a la tiranía. A López Obrador le duele la promoción del voto útil y sacarle a la luz sus mentiras. Tírenle por ahí.

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