Inflamación o distensión en la parte superior del abdomen después de comer
Gases, lo que se traduce en un aumento de eructos y flatulencias.
Pérdida de peso, producto de disminución de hambre; debido a que después de la ingesta de alimentos se produce una inflamación abdominal.
Reflujo. Los ácidos del estómago se acumulan y suben por el esófago provocando esa incómoda sensación de ardor en la garganta.
Raramente, pero posible, se puede presentar entumecimiento y hormigueo.
Fatiga, esto por la falta de nutrientes o alimentos ricos en proteínas.
Nauseas o vómito, producto de la irritación en el revestimiento del estómago.
Vía: Salud180.