Sexo, mentiras y acusaciones infestan segundo debate en EU

Hillary Clinton y Donald Trump sostuvieron su segundo debate, mas bien combate, presidencial en medio de la peor crisis de la campaña del republicano y donde el enfoque no fue tanto la economía, guerras, lucha antiterrorista, ni el cambio climático, sino el sexo, mentiras, videograbaciones, y correos electrónicos.

A un mes de la elección general el 8 de noviembre, y ante un éxodo sin precedente de políticos republicanos de la campaña de su candidato, incluyendo llamados de que se retire de la contienda, como resultado de declaraciones grabadas hace una década que revelan su agresión sexual contra mujeres, Trump necesitaba rescatar su campaña mientras Clinton buscaba hundirlo lo más posible.

El resultado fue un combate inusualmente personal en lo que suelen ser foros civiles -ni se dieron la mano al inicio- donde se evita cuestionar la calidad moral de cada contendiente.

Esta noche Trump amenazó con encarcelar a Clinton si llega a la presidencia, mientras que ella dijo que él estaba descalificado de ocupar la presidencia por sus comentarios no sólo contra mujeres, sino contra mexicanos, musulmanes y discapacitados, entre otros.

El debate se realizó en St Louis tuvo un formato diferente llamado “town hall”, como asamblea del pueblo, en donde los candidatos respondieron a preguntas de votantes indecisos que estaban alrededor del escenario y no sólo de los dos moderadores, Martha Raddatz de ABC y Anderson Cooper de CNN.

El asunto de los comentarios de agresión sexual de Trump que han descarrilado su campaña durante las últimas 48 horas se abordó al inicio, con Raddatz señalando que ese tema ha sido el más consultado por Internet de toda la contienda electoral a lo largo de los últimos 12 meses.

Trump reiteró su defensa de que fueron “comentarios de vestidor” y agregó que “no estoy orgulloso de ello…. estoy avergonzado por eso. Lo odio”, solo para de inmediato intentar desviar el enfoque con otro tema, afirmando que “golpearé al infierno a ISIS”.

A la vez, acusó que “nadie en la historia de la política ha sido más abusivo de mujeres” que Bill Clinton.

De hecho, como prólogo al debate, Trump sorprendió a todos esta noche al trasmitir una breve conferencia de prensa unos noventa minutos antes del gran evento con él rodeado por tres mujeres que han acusado anteriormente a Bill Clinton y su esposa de maltrato incluyendo hostigamiento o agresiones sexuales.

“Acciones hablan más fuerte que las palabras, el Sr. Trump podría haber dicho algunas malas palabras, pero Bill Clinton me violó y Hillary Clinton me amenazó”, afirmó una de las mujeres, Juanita Broadrrick. Todas después asistieron al debate, donde el ex presidente y su hija estaban entre el público.

Cooper insistió sobre si de verdad había cometido los actos sobre los que hablaba en la videograbacion ya que eso era agresión sexual, pero Trump solo repitió su defensa de “vestidor” y continuó desviando con otros temas. Pero subrayó que “yo tengo gran respeto por las mujeres… uy las mujeres tienen gran respeto para mí”.

Por su parte, Clinton dijo que “lo que todos vimos y oímos el viernes fue Donald hablando de mujeres, lo que piensa de mujeres, lo que le hace a mujeres…. representa justo quién es”.

Acusó que ha insultado a mujeres, hizo comentarios denigrantes contra una ex Miss Universo, y hablado de manera abusiva de inmigrantes, afroestadunidenses, latinos y otros, “eso no es lo que somos”.

Indicó que con otros candidatos ha tenido diferencias pero “nunca he cuestionado si alguien es apto para ser presidente… él no esta calificado para ser presidente”. Afirmó que como país “tenemos grandeza porque somos buenos”.

Aunque sí abordaron algunos temas de política -comercio, energía, inmigración, Siria, Rusia y refugiados- donde los candidatos reiteraron sus posiciones de siempre, lo que marcó la noche fueron los inusuales ataques personales durante más de hora y media de combate verbal.

Esto incluyó tal vez algo sin precedente en tiempos modernos: la amenaza de una persecución legal. En torno al tema del manejo de los correos electrónicos de Clinton cuando era secretaria de Estado, y repitiendo la acusación de que ella destruyó 33 mil de ellos, Trump asombró al afirmar que “no pensaba decir esto, pero voy a decir esto, y odio decirlo, pero si gano, voy a dar instrucciones a mi procurador general a poner un fiscal especial para indagar tu situación”.

Clinton reviró: “que bien que alguien con el temperamento de Donald Trump no este a cargo de nuestra ley en nuestro país”. Trump replicó: “Porque tú estarías en la cárcel”.

Ambos intercambiaron acusaciones y repitieron que el otro “debe de estar avergonzado de sí mismo” por varios engaños y maniobras. En una oportunidad, Trump recordó que Bernie Sanders había dicho que Clinton tenía “mal juicio” y que no entendía porque el ex contrincante se había sumado al bando “del diablo”, o sea, Clinton. Más tarde afirmó que “ella tiene tremendo odio en su corazón”.

Un momento llamativo fue cuando una mujer musulmana estadunidense preguntó sobre qué haría cada candidato ante la islamofobia que se ha generado en el país.

Trump dijo que primero había que llamar las cosas como son, de que hay una amenaza proveniente de “terroristas radicales islamistas”, y que era responsabilidad de la comunidad musulmana en este país “reportar el odio que está ocurriendo”.

Clinton respondió que la “retórica demagógica” de Trump sobre musulmanes no ha sido útil ya que ha dividido comunidades, y que sus declaraciones son “una herramienta de reclutamiento” para las fuerzas de ISIS.

Trump, en torno a su posición contra el ingreso de refugiados, advirtió que eso era un “caballo de Troya de todos los tiempos”.

Ambos también repitieron sus posiciones sobre Rusia, con Clinton afirmando que han sido acusados de buscar influir en las elecciones estadunidenses y que “Wikileaks es parte de eso” - en su contra a través de los “hackeos recientes”, mientras Trump interrogó si eso era el caso.

Ella dijo que estaba dispuesta a confrontar a Vladimir Putin insinuando que Trump era su aliado. El contestó que “cada vez que algo malo ocurre, ella acusa a Rusia”.

Sobre si ha pagado impuestos federales, tema con el que fue golpeado hace una semana cuando el New York Times obtuvo documentos indicando que era posible que había evitado hacerlo durante casi 20 años al emplear mecanismos legales, Trump sorprendió al confirmar que sí empleo la ley para beneficiarse pero no ofreció mayores detalles.

La última pregunta era sobre si cada uno tenía una cosa buena que decir del otro, o algo que respetaban. Clinton dijo que “sus hijos es lo único que él respeta”.

Él dijo que admiraba que ella “nunca se rinde”. Se dieron, fríamente, la mano y sus jefes de campaña de inmediato declararon que su candidato/a había triunfado.


Vía: La Jornada.

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