El peso se ha convertido en el símbolo de la ansiedad de los mercados ante el temor por el futuro de las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos. La moneda cayó hasta un nuevo piso de 21 unidades por dólar y operaba en casi 21.1 pesos por dólar, una depreciación de 10.5 por ciento en la semana.
Los precios de los principales bonos soberanos de México en dólares también caían con fuerza y declinaron hasta 2.5 centavos, hasta tocar su menor nivel desde febrero.
En tanto, los fondos mexicanos de acciones transables en bolsas europeas se hundieron hasta un 6 por ciento.
Las pérdidas de los mercados mexicanos han generado una amplia liquidación en los mercados emergentes, provocando un fuerte aumento de los costos de financiamiento por la expectativa de que el próximo Gobierno de Trump promueva un enorme gasto en infraestructura que apuntalaría la inflación estadounidense.
Vía: Televisa.