Uno es negro; y la otra… mujer
¿Tan mala candidata es Hillary Clinton? Demasiado ambiciosa, sueltan sus detractores. Caramba, ¿no lo son todos los hombres políticos? Ahora resulta que la señora debiera no tener demasiadas aspiraciones y no perseguir ese poder por el que la inmensa mayoría de los competidores son capaces de hacer cualquier cosa, desde renegar abiertamente de su antiguo protector —como lo está haciendo ahora Emmanuel Macron, en Francia, apadrinado hasta apenas ayer por François Hollande— hasta lanzar infundios y calumnias para desprestigiar al adversario. Justamente, ¿qué trato le brindó el nefando Trump a sus rivales republicanos, Ted Cruz entre ellos? Les recetó burlas, desprecios y destempladas descalificaciones. Pero, entonces ¿la codiciosa y la antipática es ella?

Y, ¿cómo son, por cierto, los demás, ya que hablamos de quienes han participado en esta contienda? ¿El mentado Cruz? Absolutamente encantador, aparte de brillantísimo. ¿Marco Rubio? Adorable, señoras y señores. ¿Jeb Bush? Con un carisma inmenso y una personalidad arrolladora. ¿Chris Christie? Irresistiblemente seductor. Digo…

Es extrañísimo: tenemos delante a una mujer inteligente, trabajadora, afanosa y preparada para ejercer el cargo con una total solvencia y, de pronto, pareciera que no, que no tiene cualidades y que sería, en el mejor der los casos, un mal menor. ¿No debiera el ofensivo engreimiento de The Donald, aparte de su impreparación y su ignorancia, inclinar la balanza radicalmente hacia el otro lado? Pues, no: en una encuesta realizada la semana pasada —antes de que se apareciera en el escenario James Comey, el director del FBI— Hillary aventajaba al patán por dos puntos porcentuales nada más (47 por cien contra 45). Lo cual, en los hechos, es un empate técnico (y un dato absolutamente escalofriante). O sea, que los votantes no tienen tan claras las cosas como uno pudiera suponerlo, anticiparlo, esperarlo y, sobre todo, desearlo.

Me viene a la mente un pensamiento: todo esto, lo de que ella no es una “buena candidata”, ¿no será simplemente porque es mujer? Al propio Barack Obama lo desvalorizan aviesamente los republicanos por ser negro, aunque no lo digan abiertamente. Por lo visto, a Hillary le toca también su cuota de discriminación. Uf…

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Esta columna es publicada con la autorización expresa de su autor. 
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