Luz y sombra después del sismo en la CDMX
Un breve comentario sobre lo que se pudo percibir a través de lo que se difundió en medios y redes luego del sismo en la CDMX y otras ciudades que nos aterró a todos.


Primero, la gente. Demostrando que sí se puede ser solidario, que es posible la unidad y que la polarización que provocan los políticos irresponsables se debe denunciar y condenar, porque a ellos no les importa más que su proyecto personal o de grupo.

El Gobierno federal y los locales hicieron a un lado todo aquello que los distancia y trabajaron de forma conjunta, con todo lo que tienen y lo más rápido que pudieron. No hay crítica posible, sino es hecha por una mente enferma, que pueda reprochar el carácter de líder de Enrique Peña Nieto, que tenga algún reclamo hacia los Gobernadores, Secretarios y servidores de todos los niveles y corrientes ideológicas.

Pero también hubo cosas que dan rabia. En palabras de Ricardo Monreal, algunos ladrones se hicieron pasar por miembros de protección civil para, engañando a los perjudicados por el movimiento telúrico, entraron a sus domicilios a robar.

También los hubo quienes salieron a diversas avenidas aprovechando que los automóviles no podían moverse para asaltarlos.

Y en las redes (hablando de mentes enfermas) no faltó el imbécil que lanzaba porquería contra el Gobierno Federal y el presidente. Fanáticos de un líder populista nacido en Macuspana, que no ha tenido ningún remordimiento en envenenar la vida pública de este gran país durante años.

Twitter: @adejorge


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