Definido está, aunque algunos apuntarán que todavía falta que salgan los independientes, los tres escenarios entre los que los mexicanos deberemos decidir.
Haciendo a un lado al dos veces perdedor, cada vez más radical y totalmente desfigurado cuando se trata de dar ideas para pacificar al país, López Obrador, todo parece indicar que serán los panistas quienes definan la elección a la presidencia en 2018.
Se trata del ‘Voto útil’, sin más ni más. Ya tienen los conservadores y moderados, los que apuestan por un México moderno, los estudiantes a los que sí les gusta estudiar, los que quieren ver a nuestro país incrustado en el concierto global como un protagonista y no como a una Cuba o Venezuela, por lo menos dos candidatos que estarán en la boleta.
Se podrá decir mucho en contra de Meade y Anaya, pero en el contraste, son mejor opción que un ignorante senil y cargado de odio como AMLO.
Así las cosas, cercano a la elección, el electorado mexicano se inclinará por un panista que pueda frenar la llegada de la ‘república de los criminales’ de López Obrador o por otro panista (en el PRI) que frene la misma amenaza.
La preocupación del frente y la del PRI será la de estar en primero o segundo; desde ahí, tendrán a su disposición casi todos los votos útiles y en eso el PAN llevará mano por razones obvias.
Los independientes harán campaña testimonial y robarán algunos votos a las fuerzas políticas punteras. Pero nada más.
Es lo que hay, no más sorpresas.
Twitter: @adejorge
Haciendo a un lado al dos veces perdedor, cada vez más radical y totalmente desfigurado cuando se trata de dar ideas para pacificar al país, López Obrador, todo parece indicar que serán los panistas quienes definan la elección a la presidencia en 2018.
Se trata del ‘Voto útil’, sin más ni más. Ya tienen los conservadores y moderados, los que apuestan por un México moderno, los estudiantes a los que sí les gusta estudiar, los que quieren ver a nuestro país incrustado en el concierto global como un protagonista y no como a una Cuba o Venezuela, por lo menos dos candidatos que estarán en la boleta.
Se podrá decir mucho en contra de Meade y Anaya, pero en el contraste, son mejor opción que un ignorante senil y cargado de odio como AMLO.
Así las cosas, cercano a la elección, el electorado mexicano se inclinará por un panista que pueda frenar la llegada de la ‘república de los criminales’ de López Obrador o por otro panista (en el PRI) que frene la misma amenaza.
La preocupación del frente y la del PRI será la de estar en primero o segundo; desde ahí, tendrán a su disposición casi todos los votos útiles y en eso el PAN llevará mano por razones obvias.
Los independientes harán campaña testimonial y robarán algunos votos a las fuerzas políticas punteras. Pero nada más.
Es lo que hay, no más sorpresas.
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