Este comportamiento se incentiva por emociones primarias como la venganza y el aburrimiento y se acentúa en épocas como la Navidad y el Año Nuevo.
Es mayor el porcentaje de mujeres que sufren este padecimiento al de los hombres; ellas suelen adquirir ropa, zapatos, música, y ellos todo lo que tiene que ver con los gadgets y aparatos electrónicos.
Aunque los manuales psiquiátricos no consideran como una enfermedad a la compra compulsiva; este es, neurobiológicamente hablando, una conducta adictiva parecida al juego compulsivo o ludopatía (incapacidad de abstenerse y detenerse en el juego).
La Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas indica que la adicción es una afección crónica y recurrente del cerebro, caracterizada por la búsqueda y uso exagerado de sustancias a pesar de sus consecuencias nocivas.
Así, puede decirse que la compra desmedida se vincula con la adicción, porque la característica en común es la impulsividad, no poder detenerse, además de relacionarse con conductas antisociales y otras adicciones psicológicas.
Alguien normal siente placer al obtener un producto, no obstante, en un comprador compulsivo experimentan una "ansiedad por adquirir".
Entonces, añadió la académica, hay alteraciones cognitivas en el individuo que perjudican su toma de decisiones. Esta función se encuentra en la porción prefrontal del cerebro, en donde se incluyen neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. En el caso de los afectados, las sustancias no trabajan eficientemente.
Para corregir esta patología, la experta recomendó acudir al psiquiatra para ser medicados con el propósito de nivelar las sustancias en el cerebro, además de tener terapia cognitivo-conductual encaminada a generar conciencia emocional y estrategias que limiten el comportamiento impulsivo.
Quienes tienen ese problema pueden acudir a la Facultad de Psicología de la UNAM, en donde se cuenta con un centro de atención a las adicciones, concluyó Orozco Calderón.
Vía: MVS.