Un coqueteo que se convierte en una bofetada a todos los que han sido víctimas de los delincuentes y que, muy seguramente, todavía hasta el fin de semana pasado pensaban que el tabasqueño podría ser la solución a sus problemas. Pero no, a López Obrador sólo le interesa el poder y nunca ha sido un preocupado por los que se la tienen que jugar en serio todos los días. Por quienes han perdido la vida de seres queridos y el patrimonio.
¿Con qué cara podrá hablarles durante la campaña a todos ellos?
Viejo zorro, como siempre ha sido, les ofreció perdón a los asesinos, secuestradores, narcotraficantes y pandilleros dizque para alcanzar la paz en el territorio mexicano. Mentiras, lo que quiere es congraciarse con los criminales para que en los lugares que controlan, su operación a punta de pistola sea a favor de él y los candidatos locales que su dedito indique.
Sería esa la única explicación por la declaración sinvergüenza; a menos que, muy en su interior quiera dinamitar su supuesta ventaja para no ser presidente. Puesto que su vida ha sido muy cómoda desde la oposición sin responsabilidad alguna y viviendo como rey, tampoco sería descabellado pensar en ello.
No sé si López merezca manicomio o destierro.
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