Es muy característico en los mexicanos el ver sólo para adentro, como si el mundo y sus gravísimos problemas no existieran o no lo fueran a tocar. Nos equivocamos. Peor aún, en la época electoral que nos toca vivir este 2018 el distractor será mayor y lo que pasa allá afuera estará en los medios y nuestras cabezas en segundo plano. Mal.
¿Por qué? Porque independientemente de que nos creamos el cuento de que somos el ‘ombligo de la luna’, no somos más que una pequeña parte de una aldea global que está en llamas, fuego que amenaza con expandirse en nuestras praderas.
No se crea el cuento de que el máximo líder de Corea del Norte ha enviado señales de conciliación. No crea tampoco que Donald Trump está entretenido en Twitter con sus problemas domésticos y la construcción del muro.
Voces altamente calificadas en el mundo, dieron la bienvenida al año que comienza con señales perturbadoras.
El Secretario General de las Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, no se midió (por algo ha de ser), con la alerta que lanzó a todo el mundo. Entre otras cosas, dejó entrever que la amenaza de una guerra de grandes proporciones en donde una gran cantidad de personas resulten perjudicadas es casi inminente.
Es obvio que uno de los planes del desequilibrado presidente de los Estados Unidos y demás fanáticos que lo llevaron y sostienen en la Casa Blanca es la de hacer valer su superioridad (supuesta) y mantener a muchos países sometidos a su voluntad. Una de las estrategias de ese perverso plan es la de desestabilizar tantas regiones como sea posible mediante guerras y presiones económicas. En el caso del norcoreano, vengar la memoria de su abuelo y su padre, más recuperar Corea del Sur, siempre han sido uno de sus principales objetivos y, para ello, no ha reparado en tener a como dé lugar un arsenal nuclear digno de miedo y sacrificar a su gente no le moverá ni un solo ápice en sus ambiciones.
Otra alerta: sin ser religioso, entiendo y acepto que el Papa Francisco y todo el poder vaticano que él representa, tiene fuentes y capacidad de análisis suficientes como para poder ver lo que está pasando y lo que viene. En los días previos al fin de año 2017, publicó una desgarradora foto con la frase. ‘el fruto de la guerra’.
¿Por qué? Porque independientemente de que nos creamos el cuento de que somos el ‘ombligo de la luna’, no somos más que una pequeña parte de una aldea global que está en llamas, fuego que amenaza con expandirse en nuestras praderas.
No se crea el cuento de que el máximo líder de Corea del Norte ha enviado señales de conciliación. No crea tampoco que Donald Trump está entretenido en Twitter con sus problemas domésticos y la construcción del muro.
Voces altamente calificadas en el mundo, dieron la bienvenida al año que comienza con señales perturbadoras.
El Secretario General de las Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, no se midió (por algo ha de ser), con la alerta que lanzó a todo el mundo. Entre otras cosas, dejó entrever que la amenaza de una guerra de grandes proporciones en donde una gran cantidad de personas resulten perjudicadas es casi inminente.
Es obvio que uno de los planes del desequilibrado presidente de los Estados Unidos y demás fanáticos que lo llevaron y sostienen en la Casa Blanca es la de hacer valer su superioridad (supuesta) y mantener a muchos países sometidos a su voluntad. Una de las estrategias de ese perverso plan es la de desestabilizar tantas regiones como sea posible mediante guerras y presiones económicas. En el caso del norcoreano, vengar la memoria de su abuelo y su padre, más recuperar Corea del Sur, siempre han sido uno de sus principales objetivos y, para ello, no ha reparado en tener a como dé lugar un arsenal nuclear digno de miedo y sacrificar a su gente no le moverá ni un solo ápice en sus ambiciones.
Otra alerta: sin ser religioso, entiendo y acepto que el Papa Francisco y todo el poder vaticano que él representa, tiene fuentes y capacidad de análisis suficientes como para poder ver lo que está pasando y lo que viene. En los días previos al fin de año 2017, publicó una desgarradora foto con la frase. ‘el fruto de la guerra’.
![]() |
Así ¿o más claro?
En México necesitamos a un hombre o mujer bien preparados y equilibrados emocionalmente para poder enfrentar los peligros que vienen: Piénselo bien, hágalo por sus hijos. Diga no a los falsos profetas que solo prometen sin saber por qué, que se dicen pacifistas y siempre están sembrando el odio. Que tienen serios problemas de personalidad para mantenerse serenos y explotan y se enredan con la lengua ante la menor provocación: Desconfíe de los que quieren negociar y pactar con los criminales.
Twitter: @adejorge
En México necesitamos a un hombre o mujer bien preparados y equilibrados emocionalmente para poder enfrentar los peligros que vienen: Piénselo bien, hágalo por sus hijos. Diga no a los falsos profetas que solo prometen sin saber por qué, que se dicen pacifistas y siempre están sembrando el odio. Que tienen serios problemas de personalidad para mantenerse serenos y explotan y se enredan con la lengua ante la menor provocación: Desconfíe de los que quieren negociar y pactar con los criminales.
Twitter: @adejorge