López Obrador puede decir lo que sea y sus fanáticos creer lo que quieran; pero, luego de las declaraciones de Enrique Peña Nieto en sentido de advertir a los mexicanos sobre la posibilidad de cegarse por el enojo y votar por una opción que nos lleve al retroceso y la falta de oportunidades e inversiones, la reacción del tabasqueño no se dejó esperar en el estilo que todos le conocemos, sólo que en esta ocasión algo matizado, pero no por ello menos intolerante.
Comportamiento predice comportamiento y AMLO no es la excepción a esta regla.
En dos ocasiones le reviró al presidente diciéndole, palabras más palabras menos: ‘serénese, no se meta en las campañas’ ¿qué quiso decir con esto? ‘Cállate chachalaca’, otra vez.
Al buen entendedor pocas palabras, lo que demuestra el macuspano una vez más, es su intolerancia y su proclividad por no dejar que nadie se exprese como quiera y en el sentido que quiera. Así sea el presidente, Peña Nieto tiene derecho a decir lo que opina, le duela a quien le duela.
Inclusive, hay quienes han llegado a mencionar que esta reacción del pejelagarto demuestra una persona más moderada y tranquila ¡patrañas! matizar sus groserías no le quita lo grosero, sólo confirma que, para alcanzar su obsesión por ser presidente, está dispuesto a mentir sobre su comportamiento y forma de conducirse por el momento. Deje que sea presidente y verá que se le van a desatar los demonios. Acuérdese de Hugo Chávez, que prometió lo que fue necesario a empresarios y ciudadanos venezolanos en general, para que, una vez en el poder, los defraudara con expropiaciones y un autoritarismo rampante.
Lo que está para llorar es la nula capacidad de respuesta de los priistas. Si siguen así, se los va a comer ese lagartón.
Twitter: @adejorge
Comportamiento predice comportamiento y AMLO no es la excepción a esta regla.
En dos ocasiones le reviró al presidente diciéndole, palabras más palabras menos: ‘serénese, no se meta en las campañas’ ¿qué quiso decir con esto? ‘Cállate chachalaca’, otra vez.
Al buen entendedor pocas palabras, lo que demuestra el macuspano una vez más, es su intolerancia y su proclividad por no dejar que nadie se exprese como quiera y en el sentido que quiera. Así sea el presidente, Peña Nieto tiene derecho a decir lo que opina, le duela a quien le duela.
Inclusive, hay quienes han llegado a mencionar que esta reacción del pejelagarto demuestra una persona más moderada y tranquila ¡patrañas! matizar sus groserías no le quita lo grosero, sólo confirma que, para alcanzar su obsesión por ser presidente, está dispuesto a mentir sobre su comportamiento y forma de conducirse por el momento. Deje que sea presidente y verá que se le van a desatar los demonios. Acuérdese de Hugo Chávez, que prometió lo que fue necesario a empresarios y ciudadanos venezolanos en general, para que, una vez en el poder, los defraudara con expropiaciones y un autoritarismo rampante.
Lo que está para llorar es la nula capacidad de respuesta de los priistas. Si siguen así, se los va a comer ese lagartón.
Twitter: @adejorge