Que nuestro pueblo mexicano sepa que sí hay irregularidades, que sí hay una cadena de corrupción.
Nuestros hijos no fueron víctimas de un fenómeno natural, fueron víctimas de esa cadena, una cadena que evidentemente estuvo bien estructurada porque participaron varios reponsables. La primera es Mónica García Villegas, la dueña del colegio; también tenemos a Claudia Sheinbaum que es la delegada; a Meyer Klip Gervitz que es el consejero presidente del INVEA; también tenemos a Fausto Lugo García, Secretario de Protección Civil; a César Hernández Sánchez, de Protección Civil de la demarción y los responsables de obra, entre otros funcionarios que participaron”, dijo.
Por su parte Mireya Rodríguez, madre de Paola Jurado, dijo que no buscan afectar políticamente a la exdelegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, ahora candidata de Morena a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.
Desafortunadamente coincide con las campañas políticas, la señora Claudia Sheinbaum es una delegada en funciones, aunque con permiso y ella es la responsable de haber blindado el conocimiento de la información, pero nosotros no tenemos ninguna bandera, nuestra bandera es la de justicia”, señaló Mireya.
Al respecto la señora Miriam señaló que “mi dolor no tiene color, tiene una cara y es la cara de nuestros hijos… Mucha gente nos ha dicho que, si a raíz de este proceso vamos a recibir un beneficio económico, les dije: si el dinero que supuestamente me van a dar va a revivir a mi hijo lo acepto”.
Esto, luego de que Claudia Sheinbaum, intentó mantener como reservado el expediente del colegio Enrique Rébsamen, el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de la Ciudad de México desclasificó los documentos y ordenó su difusión.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río, para Imagen Radio, tanto Mireya como Miriam, recalcaron que buscan justicia .
Al principio busqué a mi hijo, y hoy en día busco justicia de personas que no se tocaron el corazón, uno de los rasgos de estas personas es la avaricia, porque me imagino que para haber corrupción debe de haber dinero”, expresó Miriam.
La mamá de Paola señaló que a través de sus abogados han tenido conocimiento de que hubo mucha documentación falsa que el colegio nunca debió de haber trabajado, y de manera irregular nuestros hijos fueron los que pagaron las omisiones.
Desafortunadamente y amargamente para muchos papás, pues han tenido razón, el colegio estaba de manera muy irregular, y pues aquí es el enojo contra el gobierno en este caso el gobierno local que dijo que todo estaba bien”, acusó Mireya Rodríguez.
Por su parte, Miriam, comentó que un día antes de la tragedia, fue testigo de que la directora del colegio Mónica García Villegas “exhortaba a los niños a que confiaran en ella, porque habían ido las dependencias de gobierno que regulaban el colegio y le habían otorgado el documento que avalaba que las instalaciones estaban bien”.
Para la madre de José Eduardo, el colapso del edificio principal del colegio fue producto de la corrupción: “esta señora (Mónica García) fundó un colegio, pero también una cadena, a mí me queda claro que para que exista corrupción debe de haber un ciudadano corrupto y unas autoridades corruptas”.
Mireya, por su parte, recordó que comenzaron a inquietarse de la mala construcción de la edificación cuando un papá les comentó que ese día, él estaba en el colegio y dijo: “todavía no acababa el temblor cuando el colegio se cayó y a mí nadie me quita de la cabeza que el colegio estaba mal construido y luego empezamos a escuchar que los rescatistas decían lo mismo.”
Acusó a las autoridades de hacerse de la “vista gorda por unos cuantos pesos”, por lo que dijo, teme que por corrupción vuelva a pasar otra tragedia igual, “nuestra lucha es que no se vuelva a repetir un incidente como este y que las autoridades aprendan que ya no nos pueden callar tan fácilmente”.
Desde 1983 estaba fundado este colegio. Nuestros hijos fueron los que pagaron estas omisiones”, finalizó.
Vía: Excélsior.