La semana pasada escribimos sobre las tres coaliciones que compiten en el proceso electoral de 2018, y señalamos que representa cada una de ellas y sus candidatos con relación al régimen: continuidad, regresión o cambio; pues bien, ahora analizaremos a los tres candidatos independientes: Margarita Zavala, Jaime Rodríguez y Armado Ríos Piter. Los presuntos candidatos antisistema.
Los tres candidatos han desarrollado sus carreras políticas en diferentes partidos políticos, los tres son o han sido parte orgánica del sistema. Si la independencia la entendemos como la ausencia de vínculos con los partidos y la clase política, los tres candidatos están lejos de hacer honor a la figura que abanderan: la independencia. Dicho de otra forma, son figuras que han crecido y se han desarrollado en el seno de un partido político y de la mano de sus respectivos jefes políticos. Pero ¿Cómo jugarán? Veamos cada caso.
Margarita Zavala: ha sido parte orgánica del gobierno cártel, visto desde este enfoque, su objetivo será la victoria de la fracción del gobierno cártel, que aún tiene posibilidades de triunfo, salvo que ella tenga un crecimiento sorpresivo que la coloque en la final. Por capricho, odio, interés o convicción, su papel es de división. Su misión personal y de grupo, es que Anaya no gane; aunque claro, pueden sumarse al candidato Anaya en la recta final, si este se perfila como seguro ganador: se trata de ganar con quien sea y como sea.
Sí. Sea como sea y con quien sea. Con su candidatura, estratégica o circunstancial, Margarita le hace la chamba a Meade; pero si acaso ese no es su objetivo, sí tendrá como efecto restarle votos a Anaya. Asimismo, Margarita como segunda cabeza del calderonismo también le juega la contra Gómez Morín ¿Será casual que dos destacados calderonistas aparezcan hoy como candidatos de Morena y que el ex secretario particular del ex presidente Calderón se haya convertido en vocero oficioso de AMLO? Se trata de Ganar-ganar como grupo.
Jaime Rodríguez. Tiene en su historial inmediato haber ganado el gobierno de Nuevo León como un candidato antisistema; es un candidato antisistema exitoso, pero tristemente hombre del sistema. Igual que Margarita, estratégica o circunstancial, su candidatura tiene como fin restarle votos a la figura mejor acabada como antisistema, usted ya sabe quién.
Jaime Rodríguez, al igual que Margarita, queriendo o no, están jugando a favor del régimen: divide y vencerás, le hará la chamba al sistema. Salvo que se pueda convertir en un fenómeno electoral que crezca al grado de convertirse en finalista; si llega a la final, la maquinaria del PRI volcará su apoyo al “Bronco”, candidato con sello de la casa tricolor. Jaime Rodríguez, como candidato antisistema, representa, una opción de engaño (como el engaño que vivieron los neoloneses que hoy manifiestan su apoyo y simpatías por MORENA) que dividirá el voto útil anti PRI, y es además, el Plan “B” del régimen, si su candidato permanece rezagado.
Armando Ríos Piter, es un asunto más complejo. Igual que sus compañeros independientes: por plan o por casualidad, jugará por lo menos en tres vertientes para dividir. En Guerrero en lo local, representa un candidato que le arrancará votos a AMLO en un estado donde el gobierno priísta es uno de los peor evaluado entre sus pares; un territorio donde los morenistas presumen que pueden arrasar el primero de julio; hará contrapeso en un territorio donde AMLO coquetea con las bases sociales del narco; dividirá el voto en un territorio donde pueden surgir los primeros movimientos de apoyo contra un presunto fraude electoral.
A nivel nacional, Ríos Piter es el candidato del remache: si lo que puedan restar Margarita y El Bronco no alcanza, hay que remachar con un tercero; dónde no le reste votos a Morena, se los restará a Anaya. También es el candidato de telenovela, al igual que el bombón de Atlacomulco en su momento, es un candidato para las mujeres que si bien no sueñan con un Jaguar en la cochera, podrán soñar ahora, con un Jaguar en la presidencia. Bien, pues aquí le dejamos por hoy, en la próxima entrega haremos un ejercicio contra fáctico de números con los 6 candidatos. Nos vemos el próximo sábado en este mismo espacio.
Los tres candidatos han desarrollado sus carreras políticas en diferentes partidos políticos, los tres son o han sido parte orgánica del sistema. Si la independencia la entendemos como la ausencia de vínculos con los partidos y la clase política, los tres candidatos están lejos de hacer honor a la figura que abanderan: la independencia. Dicho de otra forma, son figuras que han crecido y se han desarrollado en el seno de un partido político y de la mano de sus respectivos jefes políticos. Pero ¿Cómo jugarán? Veamos cada caso.
Margarita Zavala: ha sido parte orgánica del gobierno cártel, visto desde este enfoque, su objetivo será la victoria de la fracción del gobierno cártel, que aún tiene posibilidades de triunfo, salvo que ella tenga un crecimiento sorpresivo que la coloque en la final. Por capricho, odio, interés o convicción, su papel es de división. Su misión personal y de grupo, es que Anaya no gane; aunque claro, pueden sumarse al candidato Anaya en la recta final, si este se perfila como seguro ganador: se trata de ganar con quien sea y como sea.
Sí. Sea como sea y con quien sea. Con su candidatura, estratégica o circunstancial, Margarita le hace la chamba a Meade; pero si acaso ese no es su objetivo, sí tendrá como efecto restarle votos a Anaya. Asimismo, Margarita como segunda cabeza del calderonismo también le juega la contra Gómez Morín ¿Será casual que dos destacados calderonistas aparezcan hoy como candidatos de Morena y que el ex secretario particular del ex presidente Calderón se haya convertido en vocero oficioso de AMLO? Se trata de Ganar-ganar como grupo.
Jaime Rodríguez. Tiene en su historial inmediato haber ganado el gobierno de Nuevo León como un candidato antisistema; es un candidato antisistema exitoso, pero tristemente hombre del sistema. Igual que Margarita, estratégica o circunstancial, su candidatura tiene como fin restarle votos a la figura mejor acabada como antisistema, usted ya sabe quién.
Jaime Rodríguez, al igual que Margarita, queriendo o no, están jugando a favor del régimen: divide y vencerás, le hará la chamba al sistema. Salvo que se pueda convertir en un fenómeno electoral que crezca al grado de convertirse en finalista; si llega a la final, la maquinaria del PRI volcará su apoyo al “Bronco”, candidato con sello de la casa tricolor. Jaime Rodríguez, como candidato antisistema, representa, una opción de engaño (como el engaño que vivieron los neoloneses que hoy manifiestan su apoyo y simpatías por MORENA) que dividirá el voto útil anti PRI, y es además, el Plan “B” del régimen, si su candidato permanece rezagado.
Armando Ríos Piter, es un asunto más complejo. Igual que sus compañeros independientes: por plan o por casualidad, jugará por lo menos en tres vertientes para dividir. En Guerrero en lo local, representa un candidato que le arrancará votos a AMLO en un estado donde el gobierno priísta es uno de los peor evaluado entre sus pares; un territorio donde los morenistas presumen que pueden arrasar el primero de julio; hará contrapeso en un territorio donde AMLO coquetea con las bases sociales del narco; dividirá el voto en un territorio donde pueden surgir los primeros movimientos de apoyo contra un presunto fraude electoral.
A nivel nacional, Ríos Piter es el candidato del remache: si lo que puedan restar Margarita y El Bronco no alcanza, hay que remachar con un tercero; dónde no le reste votos a Morena, se los restará a Anaya. También es el candidato de telenovela, al igual que el bombón de Atlacomulco en su momento, es un candidato para las mujeres que si bien no sueñan con un Jaguar en la cochera, podrán soñar ahora, con un Jaguar en la presidencia. Bien, pues aquí le dejamos por hoy, en la próxima entrega haremos un ejercicio contra fáctico de números con los 6 candidatos. Nos vemos el próximo sábado en este mismo espacio.