Sin que quepa la menor duda y a pesar de personajes impresentables que han pasado por él, el Partido ha sido y es una institución fundamental y necesaria para la vida política de nuestro país. Las pillerías y abusos cometidos en diferentes tiempos por múltiples militantes no deben borrar las decisiones acertadas que han dado paso a la consolidación de la República y a sus Instituciones. Producto todo esto del crisol que representa el Revolucionario Institucional.
La corriente tecnócrata que tomó el control del Partido desde tiempos de Miguel de la Madrid ha ido implementando, por su propia ideología, medidas que resultan poco aceptadas por la población -militantes incluidos- lo qué al paso de las décadas ha ido erosionando las bases del partido perdiendo su sentido social a pesar de la serie de programas de asistencia implementados; al menos esa es la percepción. Esto dio como resultado la fractura y salida de militantes que no comulgaban con esas ideas tecnócratas fundándose el PRD en 1989 por priístas identificados con ideas más populares y asistenciales.
Ya perdieron en el año 2000 una elección presidencial y tuvieron que pasar doce años para recuperarla. Cayendo de nueva cuenta durante el actual gobierno en las mismas prácticas y aplicando nuevamente políticas qué los han alejado de los votantes. Lo que, en este momento, a solo unos meses de la jornada electoral, los coloca en la tercera posición de las preferencias.
El futuro no se ve muy claro para los priístas. La adopción de un candidato sin militancia, honesto y recto sí, pero carente de retórica y carisma, fundamentales en un político -que no lo es- los pone cuesta arriba en este proceso electoral. Apostarán a su maquinaria territorial y a la buena imagen de su candidato -intachable diría yo- para lograr continuar gobernando al país. El resultado lo sabremos el primero de Julio. Al tiempo...
@raullox