Se tiene que ser realista y, aunque apoyando con todo a nuestra selección, debemos entender que no pasa por el mejor momento. Quizá nos sorprenda, hagamos votos para que así sea y tengamos un incentivo más. Pero si no, también están los grandes artistas del balompié internacional dispuestos a dejarnos con la boca abierta con sus genialidades y eso también se agradece.
Y no es que esté invitando a desentendernos por completo de las campañas políticas; sin embargo, lo que pasa es que luego de ver tanta mediocridad en todos los candidatos y su pésima preparación, lo que se puede adelantar es que tendremos gobiernos, otra vez, sumidos en la corrupción, la medianía y la frivolidad.
Gane quien gane, la situación económica tenderá a empeorar por los nubarrones del TLCAN, la inseguridad es un laberinto sin salida, nadie en su sano juicio puede creer a candidato alguno que arreglará el problema en el corto o mediano plazo. La situación social seguirá más que polarizada. El odio entre mexicanos ya fue sembrado y ha echado raíces. Gracias a ‘ya saben quién’.
Con un panorama como este, dese un regalo y disfrute del mundial Rusia 2018, no vale la pena que se apasione con gente que nomás no va a dar el ancho.
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