No se valen las amenazas
¿Qué les pasa a estos supuestos demócratas y defensores del pueblo? Quizá nadie les ha avisado sobre las medidas que ha tomado el INE para que cada voto cuente y que nadie se atreva a cometer alguna tropelía. O bien, desprecian tanto a esa gente que dicen querer, que le juegan sucio amenazándola para que voten por su abanderado, López Obrador.

Entre ellos, los candidatos y sus equipos, todo se vale, como en el amor y la guerra; pero, desde ellos hacia nosotros, no.

Que no venga la presidenta de Morena a amenazar con el mismísimo diablo si gana otro candidato distinto al suyo, porque, según ella, será fraude.

Basta de que se nos trate como a menores de edad. Este domingo ganará quien los mexicanos decidan y si es López, Meade o Anaya, pues seremos nosotros mismos los que nos atendremos a las consecuencias. Y punto.

Pero que no amenace nadie a quien se levantará desde temprano a organizar la elección y contar los votos hasta muy tarde y, mucho menos, que no se atreva a amenazar a los millones que iremos a votar.

No vaya siendo que, ante las amenazas y las ofensas que todo ese grupo ha venido propinando a los mexicanos, el primero de julio se les aparezca a ellos el tigre o el diablo y les plante cara para advertirles, de una vez por todas, que con nosotros no se juega.

Las amenazas no se valen.

Twitter: @adejorge


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