La última encuesta publicada por el diario Reforma le sigue dando una amplia ventaja a López Obrador manteniendo la tendencia de todas las que se han publicado en ese diario, con la peculiaridad de que en esta ocasión despertó algunas suspicacias el hecho de que J. Ackerman la tuitera unas horas antes que el mismo diario.
Como bien lo menciona Luis Costa Bonino en un Tuit esta semana: “la campaña de Reforma por López Obrador ha sido más eficaz que la propia campaña electoral de Morena”. En este contexto durante toda la semana se publicaron varias encuestas que coinciden en darle la ventaja a López Obrador. La diferencia radica en los márgenes de diferencia qué es en dónde creo estaría la clave para esperar una jornada electoral muy cerrada como lo ha tratado de prever el Instituto Nacional Electoral llevándose por ese motivo sendas descalificaciones por ya saben quién.
Andrés Manuel y su equipo de campaña le han apostado a dos cosas. La primera es provocar la percepción anticipada de un “triunfo” inminente entre los votantes -basado en su ventaja en las encuestas- para provocar una euforia entre sus adeptos y al mismo tiempo un desánimo entre sus opuestos, le ha funcionado. Las votaciones aún no son y la ventaja real no es tan amplia como se intenta hacer creer.
La segunda apuesta del tabasqueño es el amague a las instituciones y la sociedad civil de que su derrota sería sinónimo de fraude lo que provocaría el caos infundiendo temor y desconfianza entre los sectores productivos, empresariales y la sociedad misma.
Volviendo a las encuestas, hay que dejar claro la complejidad que tiene un estudio demoscópico y sus múltiples variantes, que en muchos de los casos no se aclara por la encuestadora, de manera precisa, la metodología empleada, salvo algunas contadas excepciones. Porque no serán los mismos resultados de una encuesta en Tláhuac o Iztapalapa que en Benito Juárez o Miguel Hidalgo. No serán las mismas preferencias en Nuevo León que en Guerrero por sólo mencionar algunos. Y algunos encuestadores son tendenciosos en sus resultados.
A un mes de la jornada electoral las campañas siguen carentes de propuestas firmes, concretas y realizables, más bien siguen siendo campañas perversas y sucias que confunden al ciudadano y crispan el ambiente político y social. Ojalá en estas últimas semanas veamos un cambio positivo en ellas... al tiempo.
@raullox
Como bien lo menciona Luis Costa Bonino en un Tuit esta semana: “la campaña de Reforma por López Obrador ha sido más eficaz que la propia campaña electoral de Morena”. En este contexto durante toda la semana se publicaron varias encuestas que coinciden en darle la ventaja a López Obrador. La diferencia radica en los márgenes de diferencia qué es en dónde creo estaría la clave para esperar una jornada electoral muy cerrada como lo ha tratado de prever el Instituto Nacional Electoral llevándose por ese motivo sendas descalificaciones por ya saben quién.
Andrés Manuel y su equipo de campaña le han apostado a dos cosas. La primera es provocar la percepción anticipada de un “triunfo” inminente entre los votantes -basado en su ventaja en las encuestas- para provocar una euforia entre sus adeptos y al mismo tiempo un desánimo entre sus opuestos, le ha funcionado. Las votaciones aún no son y la ventaja real no es tan amplia como se intenta hacer creer.
La segunda apuesta del tabasqueño es el amague a las instituciones y la sociedad civil de que su derrota sería sinónimo de fraude lo que provocaría el caos infundiendo temor y desconfianza entre los sectores productivos, empresariales y la sociedad misma.
Volviendo a las encuestas, hay que dejar claro la complejidad que tiene un estudio demoscópico y sus múltiples variantes, que en muchos de los casos no se aclara por la encuestadora, de manera precisa, la metodología empleada, salvo algunas contadas excepciones. Porque no serán los mismos resultados de una encuesta en Tláhuac o Iztapalapa que en Benito Juárez o Miguel Hidalgo. No serán las mismas preferencias en Nuevo León que en Guerrero por sólo mencionar algunos. Y algunos encuestadores son tendenciosos en sus resultados.
A un mes de la jornada electoral las campañas siguen carentes de propuestas firmes, concretas y realizables, más bien siguen siendo campañas perversas y sucias que confunden al ciudadano y crispan el ambiente político y social. Ojalá en estas últimas semanas veamos un cambio positivo en ellas... al tiempo.
@raullox