Los milagros
Pues bien, López Obrador será el próximo presidente de México. Y esto me lleva a pensar en tanta gente que estará esperando que lleguen y pronto, los milagros que tanto prometió.

En primer lugar, los que genuinamente y con una desgarradora angustia han creído en él. Los que de verdad esperan que la desigualdad desaparezca o por lo menos no sea tan insultante. Los que esperan que la corrupción se vaya en definitiva de nuestro diccionario y que la paz se establezca en todo el país de una vez y para siempre. Que las bolsas se llenen de dinero bien habido para comprar el pan y las tortillas.

También están los que corrieron a sus brazos y que pertenecieron por años a otros partidos. Muchos de ellos, pillos de colmillo retorcido que seguramente estarán esperando el milagro de continuar con todos sus abusos y actos de corrupción, mismas que el futuro presidente prometió acabar.

Los mafiosos sindicatos magisteriales ya se estarán frotándose las manos. Se les prometió y ellos esperan que lo cumpla: regresarles todo el dinero y el control de la educación, seguir secuestrando la educación de los niños y echar abajo la reforma educativa. Es el milagro que están esperando.

Y, tristemente, los delincuentes estarán esperando el milagro del perdón para seguir haciendo de las suyas porque, que yo sepa, ellos nunca prometieron portarse bien a cambio de que sus pecados sean perdonados, pero López si les prometió el milagro del perdón, quien sabe para qué, porque la industria del crimen no va a parar, así no va a llegar la paz.

Otros, como yo, por lo menos estamos esperando el milagro de que se respete la libertad de expresión.

Twitter: @adejorge


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