Ni me doblo, ni me vendo
Era el naciente año de 2016 cuando el primer gobernador panista en la historia de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, dijo, “Ni me doblo, ni me vendo”, y apenas se estaba registrando como precandidato a la gubernatura por el Partido Acción Nacional (PAN), estábamos apenas en enero de ese año y el ahora mandatario de esta entidad con forma de elefante en el mapa, expresaba por primera vez su desafiante grito de guerra.

Todo indicaba que el ex Senador Cabeza de Vaca, nacido en Reynosa, la ciudad fronteriza donde cruelmente cuenta la leyenda, nació la narcoviolencia de México, dedicaba su dicho “ni me doblo, ni me vendo”, a los corruptos del pasado, a los priístas mal nacidos que habían desfragmentado la gobernabilidad de un gran estado que tiene capacidad de sobra para ser una nación independiente. Todo parecía indicar que a ellos iba dirigido el mensaje, y cómo no pensarlo, si antes de él, los entregados José Julián Sacramento y Gustavo Cárdenas... Francisco García, estaba dispuesto a todo para llegar a la gubernatura, y así fue.

En junio de 2016 la votación favoreció al panista, los del Partido Revolucionario Institucional (PRI), culparon a Miguel Ángel Osorio Chong, ex Secretario de Gobernación, de haber entregado la entidad. Casi dos años han pasado desde que los “vientos de cambio” comenzaron a soplar en Tamaulipas y no todos están contentos, hay disgustados, como también conformes; hay quien justifica lo malo, como quien defiende las acciones. Es el costo factura de estar en el poder, pero a lo largo de estos 21 meses el grito de guerra “ni me doblo, ni me vendo”, tiene otro sentido.

La tarde del jueves 12 de julio del presente, antes de que oscureciera, desde Ciudad Mier, Tamaulipas; se confirmó que el alcalde electo Gustavo González García “Betito”, había sido levantado por unos hombres armados, siendo éste un duro y contundente golpe al jefe del ejecutivo estatal, sin embargo, no ha sido el único.

El pasado cuatro de junio, se confirmó el asesinato de Heriberto Hiram, hermano mayor de Víctor Sáenz Martínez, jefe de la oficina del gobernador; el 20 de junio, Eduardo Monge Castillo, Gerente de Administración de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (COMAPA), también fue víctima de la comisión del delito y a la fecha, se desconoce su paradero, extraoficialmente personal del C4, confirmó que lo levantaron a unas cuadras de su casa en Tampico.

Todo el mes de junio tuvieron secuestrado a uno de los hijos al rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), José Andrés Suárez Fernández, quien corrió con fortuna y le devolvieron a su vástago.

Pero fue en marzo cuando Guillermo Mendoza, tesorero de la UAT, recibió la noticia de que su señora madre había sido secuestrada, pasaron aproximadamente 20 días sin saber de ella, finalmente fue liberada.

“Ni me doblo, ni me vendo”, la frase que sostiene con fuerza y pese a todas sus adversidades y señalamientos al gobierno de Tamaulipas.

davidcastellanost@hotmail.com


Artículo Anterior Artículo Siguiente