Ya lo advirtió (¿amenazó?) quien será presidente de México por seis años (si no pasa otra cosa) a partir de 2019: ‘perdono, pero no olvido’.
Lo dijo a propósito de la información proporcionada por el INE y difundida por el diario Reforma. Las advertencias fueron contra estos últimos. Así nada más, porque el diario hizo su trabajo y dio a conocer una noticia que proviene de una autoridad y que, hasta donde yo sé, tiene derecho y obligación.
Pero hubo un pequeño inconveniente en la información proporcionada por el diario: la bomba periodística le explotaba directo en la cara a López Obrador. Y pues no óigame, pues no.
¿Qué importa que sea un fraude tanto o más grande que los que él ha denunciado con o sin pruebas? Él es él ¿no lo entienden? Su corrupción es santa… o algo así.
Y entonces ese perdón que no lo es en realidad, se convertirá en venganza y se utilizará en su momento para dirigir toda la fuerza y poder del estado con el propósito de hacerles el mayor daño posible por haberse atrevido a manchar la santidad de nuestro próximo presidente.
Este es sólo un botón de muestra, porque todavía no es presidente. Qué podemos esperar ¿vivir en el terror de una posible represalia desproporcionada porque se nos ocurre criticarlo? Qué miedo.
Pero no todo son malas noticias para un sector de mexicanos que tanto lo idolatra; por el contrario, estos están empezando a ver sus sueños cumplidos, porque la sed de venganza, cruel y devastadora, la evidenciaron desde hace muchos años. Se les va a hacer.
Por lo pronto, a prender veladoras a todos los que no pensamos como él/ellos.
Twitter: @adejorge
Lo dijo a propósito de la información proporcionada por el INE y difundida por el diario Reforma. Las advertencias fueron contra estos últimos. Así nada más, porque el diario hizo su trabajo y dio a conocer una noticia que proviene de una autoridad y que, hasta donde yo sé, tiene derecho y obligación.
Pero hubo un pequeño inconveniente en la información proporcionada por el diario: la bomba periodística le explotaba directo en la cara a López Obrador. Y pues no óigame, pues no.
¿Qué importa que sea un fraude tanto o más grande que los que él ha denunciado con o sin pruebas? Él es él ¿no lo entienden? Su corrupción es santa… o algo así.
Y entonces ese perdón que no lo es en realidad, se convertirá en venganza y se utilizará en su momento para dirigir toda la fuerza y poder del estado con el propósito de hacerles el mayor daño posible por haberse atrevido a manchar la santidad de nuestro próximo presidente.
Este es sólo un botón de muestra, porque todavía no es presidente. Qué podemos esperar ¿vivir en el terror de una posible represalia desproporcionada porque se nos ocurre criticarlo? Qué miedo.
Pero no todo son malas noticias para un sector de mexicanos que tanto lo idolatra; por el contrario, estos están empezando a ver sus sueños cumplidos, porque la sed de venganza, cruel y devastadora, la evidenciaron desde hace muchos años. Se les va a hacer.
Por lo pronto, a prender veladoras a todos los que no pensamos como él/ellos.
Twitter: @adejorge