Pero de lo que sí estoy seguro es que muchos deben empezar a sentirse desilusionados por las señales y declaraciones directas del próximo presidente de México.
Deberían ser los mercados y grandes empresarios los que estuvieran reaccionando furiosamente por los anuncios del tabasqueño en estos momentos; sin embargo, parecería que estos hubieran sido sus mayores aliados para llegar a ser presidente. La euforia del empresariado y la calma de los indicadores económicos demuestran que López caminará por la derecha, mientras que más de uno de los que votaron por él empiezan a levantar la ceja.
Sorpresas te da la vida.
Lo que para mi es un alivio, es que durante los años de la presidencia de Peña Nieto yo defendí muchas de sus reformas e iniciativas, en tanto que AMLO y sus seguidores aseguraban que el país se caía en pedazos y reconozco que en algún momento pensé que me estaba volviendo loco o vivía en otro país.
Pero no, el sempiterno antisistema ahora le da la razón, por lo menos momentáneamente, a Peña Nieto.
Triste debe ser para muchos que esperaban otra cosa, el saber que los próximos seis años estarán gobernados por el presidente ‘López Peña’ y, si quiere, agréguele el apellido Salinas, por aquello de la defensa del macuspano al TLCAN, el cual antes odiaba y ahora le prende veladoras, porque de cancelarse, su paso por la presidencia será un infierno.
Parece que sí: sigue siendo peje, pero se le quitó lo lagarto. El tiempo lo dirá.
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