Las ansias lo corroen y López Obrador está urgido, como siempre, de que todo el mundo esté hablando de él. Acapara las noticas, en parte porque algunos medios y sectores de poder quieren congraciarse y en parte porque está en su ADN. Como Trump.
Pero en la ansiedad lleva la penitencia o la estrategia del tabasqueño es decepcionar a quienes votaron por él pronto.
Ya empezó a decir que siempre no. Que si la gasolina siempre sí va a subir. Que si el Aeropuerto va porque va. Que la evaluación a los maestros se queda y una que otra lindura de esas que contradicen sus promesas de campaña.
Entonces, o México no estaba en ruinas como él aseguraba en su larga campaña o la realidad apenas le está empezando a dar rozones. Y los que faltan.
Espere los anuncios de inviabilidad de aumentar al doble las pensiones y otras cosas más delicadas; entonces sí, los que votaron por él creyendo que iba a ser el salvador de la patria se darán de topes en la cabeza.
La papa del TLCAN le quemará las manos. Y ¿qué me dice de la posible invitación a Donald Trump a su toma de protesta como presidente? ¿Qué dirán los nacionalistas recalcitrantes que tanto lo adoran?
Es muy interesante esperar a ver cómo reaccionarán, entrado su sexenio, los medios militantes que lo defendieron a capa y espada ¿serán parte de la farsa o se apegaran a su naturaleza de denunciar todo aquello que consideran un abuso o engaño de los poderosos?
Cosmética es lo que uno puede esperar de sus actos en la presidencia, porque el mundo y México son muy distintos a lo que él imagina.
Todavía no es presidente y ya empieza a defraudar a muchos.
Twitter: @adejorge
Pero en la ansiedad lleva la penitencia o la estrategia del tabasqueño es decepcionar a quienes votaron por él pronto.
Ya empezó a decir que siempre no. Que si la gasolina siempre sí va a subir. Que si el Aeropuerto va porque va. Que la evaluación a los maestros se queda y una que otra lindura de esas que contradicen sus promesas de campaña.
Entonces, o México no estaba en ruinas como él aseguraba en su larga campaña o la realidad apenas le está empezando a dar rozones. Y los que faltan.
Espere los anuncios de inviabilidad de aumentar al doble las pensiones y otras cosas más delicadas; entonces sí, los que votaron por él creyendo que iba a ser el salvador de la patria se darán de topes en la cabeza.
La papa del TLCAN le quemará las manos. Y ¿qué me dice de la posible invitación a Donald Trump a su toma de protesta como presidente? ¿Qué dirán los nacionalistas recalcitrantes que tanto lo adoran?
Es muy interesante esperar a ver cómo reaccionarán, entrado su sexenio, los medios militantes que lo defendieron a capa y espada ¿serán parte de la farsa o se apegaran a su naturaleza de denunciar todo aquello que consideran un abuso o engaño de los poderosos?
Cosmética es lo que uno puede esperar de sus actos en la presidencia, porque el mundo y México son muy distintos a lo que él imagina.
Todavía no es presidente y ya empieza a defraudar a muchos.
Twitter: @adejorge