¡Y no nos referimos a que de estas cavidades surge el llanto! En realidad, actúan como una especie de “drenaje”.
La mayoría de nuestro llanto se produce en las glándulas lagrimales, que se encuentran dentro del párpado superior; es decir, la gota surge de arriba, humedece el ojo y es drenada por los puntos lagrimales hasta la nariz”, según describe un artículo de Mayo Clinic.
¿Qué pasa si se obstruye el conducto lagrimal?
En la mayoría de las ocasiones, este problema surge como consecuencia de una lesión, infección o tumor, y tiene por síntomas:
- Exceso de lagrimeo
- Enrojecimiento de la parte blanca del ojo
- Infección o inflamación ocular (conjuntivitis)
- Hinchazón dolorosa cerca de la esquina interior del ojo
- Visión borrosa
¡Ojo! Si lagrimeas por varios días es importante que acudas al médico, porque al acumularse se puede promover el desarrollo de bacterias, virus y hongos.
Vía: Salud180.