Siempre, sin excusa ni pretexto, los grupos afines a un
gobierno comienzan a ocupar cargos directivos y académicos hasta tomar por
completo las riendas administrativas de las universidades en México; ya en el
poder, su labor continúa con alienar los liderazgos porriles a sus ideales
gubernamentales inyectados desde el exterior de la supuesta autonomía
universitaria, gobernantes federales y estatales quitan y ponen rectores a su
antojo. Lo que sucede en la UNAM, tiene trasfondo y destapa la cloaca nacional.
Ya no fue posible contener por más tiempo la violencia,
abusos y crímenes sexuales que padecen los jóvenes universitarios,
desafortunadamente son situaciones a las que se enfrentan los de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), o del CCH, cualquiera que sea el campus,
con ataques directos al futuro productivo inmediato de la nación, me refiero a
los próximos profesionistas.
Que, si la violencia en la UNAM pretende terminar de empañar
al gobierno saliente de Peña Nieto, que si intentan desestabilizar la
transición amorosa o pretenden llamar la atención de López Obrador, ¿eso qué
importa? Son mujeres violadas y asesinadas, son hombres apuñalados, golpeados y
despojados de lo propio, son la realidad del mundo universitario de México,
porque aunque los alumnos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de
Monterrey, están celebrando su 75 aniversario y el movimiento estudiantil del
68 está por cumplir 50 años, los universitarios están con el pesar las muertes
de sus amigos y compañeros, a pesar de los pesares, aunque sus tíos, padres y
abuelos ya no cuentan con el activismo de libertad universitaria, hoy han
tuiteado y publicado en Facebook suplicando piedad, menos salvajismo político y
justicia para que dejen de exponerlos, ya sea mediante porros o grupos armados
dentro de los campus universitarios.
El llamado de auxilio, unidad y hartazgo llegó hasta la
Universidad Autónoma de Tamaulipas campus Tampico-Madero, donde alumnos de la
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales realizaron un plantón en la explanada
de la facultad, fueron respaldados por estudiantes de otras carreras
universitarias e incluso alumnos de universidades privadas de la zona
metropolitana del sur de la entidad.
Hace un mes intentaron violar a Marcela, estudiante de
comunicación; al menos tres meses atrás Carlos, de la misma facultad fue
despojado de sus pertenencias, ¿qué esperan para poner un alto?, de drogas
mejor ni hablemos y de cámaras de videovigilancia descompuestas está plagada la
UAT. Estamos en la época de soñar y de trazar un futuro prometedor, por favor
que ser universitario no sea un privilegio riesgoso.
Así tan firmes como la ilusión de terminar su carrera
universitaria, los jóvenes reunidos en la UAT, no usaron pasamontañas, ni
máscaras cubrebocas, tampoco se refugiaron detrás de los cárteles utilizados
para enviar muestras de solidaridad hasta la UNAM y todo México, pero sí
pidieron el anonimato, debido a que apenas empezaron a congregarse, cuando
personal de la empresa de seguridad privada “Grupo Pasoana” comenzó a
fotografiarlos y por los rumbos tamaulipecos el miedo no anda en burro, las
cosas son más radicales que en cualquier otro estado, pero con el temor aunado
por la opresión de la directiva y uno que otro académico, no bajaron la guardia
y continuaron el plantón, porque en el campus Tampico-Madero también hay
delincuencia, violaciones, abusos y
muchas cosas extra que perjudican a la universidad sin que el Rector José
Andrés Suárez Fernández, asome la cabecita, pues lo tienen atado de pies y
manos, tanto que ratificó en la Secretaría de Finanzas de la máxima casa de
estudios a Guillermo Mendoza Cavazos, un hombre con historial como la misma
conciencia de FECAL.
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