Ya van a gobernar, oigan
Quienes no votamos por Obrador deseamos, de todas formas, que sea muy exitoso su gobierno. Nos diferenciamos, en este sentido, de esos seguidores suyos dedicados de tiempo completo a denostar sin ambages a un PRIAN culpable de todos los males habidos y por haber. En su interesada visión del México “en ruinas” no cabe la más mínima apreciación positiva, no hay lugar para el menor reconocimiento ni espacio donde quepan datos o números. Todo, absolutamente todo está mal: no se han creado 4 millones de empleos, no se ha controlado la inflación, no ha crecido la economía de manera prácticamente constante, no ha alcanzado la inversión extranjera cifras récord y no ha disminuido la pobreza. Nada de esto cuenta. Lo único que hay es inseguridad y corrupción.

Y sí, en efecto, los problemas del país son descomunales. Entre ellos, la miseria de millones de mexicanos y la escandalosa inoperancia del aparato de justicia con el consecuente crecimiento de la violencia criminal. Pero, por favor, esto no es lo único que ha acontecido aquí durante los pasados 18 años (más allá de que todavía esté por verse si ellos cambian radicalmente las cosas en el futuro).

En fin, constatada tal intransigencia, nos permitimos hacerles la siguiente observación a las señoras y los señores que no solo tan feroz y radicalmente descalificaron todo sino que, ahora mismo, siguen emperrados en pintar un catastrófico escenario nacional mientras miran a otro lado cuando en la conversación surge, por ejemplo, el tema de Venezuela: ya pasaron las campañas electorales, ya ganaron las elecciones y ya cuentan con una comodísima mayoría en nuestro Congreso bicameral. O sea, que ya van a gobernar. Digo, ya no necesitan atacar a nadie.

Es más, van a tener en sus manos un enorme poder. Podrán hacer y deshacer a su antojo.

O, ¿pudiere ser, acaso, que se están “curando en salud”, como se dice coloquialmente, para que sus posibles reclamantes (poquísimos, vistos los resultados de las pasadas votaciones) no les pidan cuentas llegado el momento de ya entregar resultados? Ustedes dirán, estimados lectores.

Esta columna es publicada con la autorización expresa de su autor.


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