López Obrador, presidente electo, anticipó que todo el dinero que se destina a los medios de comunicación se reducirá, por lo menos, a la mitad en el inicio de su sexenio. No tiene que explicar que es mucho dinero el que se presupuesta a estos medios año con año, como tampoco tiene que explicar que la medida lleva jiribilla de venganza.
El próximo mandatario se ha quejado por décadas del maltrato de algunos medios y no puede esconder que por ahí se cuela una sonrisa de satisfacción al ver que muchas empresas de comunicación comienzan a hacer reajustes y a replantearse su estrategia comercial.
¿La medida es sana? No se puede negar, puesto que se romperán ciertas inercias de autocensura y claro favoritismo hacia algunos personajes, incluido el presidente.
¿Será un bumerang? Creo que sí. No olvidemos que los medios son negocios y que por tanto uno de sus principales objetivos es generar ganancias. Al ver cómo caen sus ingresos y la cantidad de personal de la que tienen que prescindir, también se estará creando un resentimiento. Es humano.
Lo que quiero apuntar, es que hoy, los medios de comunicación, sobre todo los que han sido señalados por AMLO como prensa hostil, ‘fifí, conservadora, etc, están tratándolo con pétalos de rosa, supongo que con la esperanza de que el presidente recapacite y no lleve a cabo tan drástica medida, que por lo menos suavice el golpe económico y que no sea un tajante cincuenta por ciento lo que disminuirá los pagos del estado por concepto de difusión, publicidad, etc.
Por lo tanto, y de cumplirse esta medida de austeridad-venganza, lo que le espera al señor presidente es una cascada interminable de notas negativas sobre su gestión, los que lo acompañan en la aventura y hasta de su familia. No lo dejarán día y noche, se convertirán en su peor pesadilla. Créame, lo que hasta hoy se ha publicado en forma de crítica a la ‘Cuarta Transformación’ es nada en comparación de lo que puede desatarse.
Y percepción es más fuerte que verdad, si no me cree, pregúntele a Peña Nieto. La otra parte de la prensa, la que milita del lado del tabasqueño, se ha dedicado a eso los últimos seis años y mire que le funcionó. Ahora la cosa se puede poner igual, pero en sentido contrario.
Al fin y al cabo, negocios son negocios, y si López Obrador les pega donde más les duele, pues ojo por ojo.
Twitter: @adejorge
El próximo mandatario se ha quejado por décadas del maltrato de algunos medios y no puede esconder que por ahí se cuela una sonrisa de satisfacción al ver que muchas empresas de comunicación comienzan a hacer reajustes y a replantearse su estrategia comercial.
¿La medida es sana? No se puede negar, puesto que se romperán ciertas inercias de autocensura y claro favoritismo hacia algunos personajes, incluido el presidente.
¿Será un bumerang? Creo que sí. No olvidemos que los medios son negocios y que por tanto uno de sus principales objetivos es generar ganancias. Al ver cómo caen sus ingresos y la cantidad de personal de la que tienen que prescindir, también se estará creando un resentimiento. Es humano.
Lo que quiero apuntar, es que hoy, los medios de comunicación, sobre todo los que han sido señalados por AMLO como prensa hostil, ‘fifí, conservadora, etc, están tratándolo con pétalos de rosa, supongo que con la esperanza de que el presidente recapacite y no lleve a cabo tan drástica medida, que por lo menos suavice el golpe económico y que no sea un tajante cincuenta por ciento lo que disminuirá los pagos del estado por concepto de difusión, publicidad, etc.
Por lo tanto, y de cumplirse esta medida de austeridad-venganza, lo que le espera al señor presidente es una cascada interminable de notas negativas sobre su gestión, los que lo acompañan en la aventura y hasta de su familia. No lo dejarán día y noche, se convertirán en su peor pesadilla. Créame, lo que hasta hoy se ha publicado en forma de crítica a la ‘Cuarta Transformación’ es nada en comparación de lo que puede desatarse.
Y percepción es más fuerte que verdad, si no me cree, pregúntele a Peña Nieto. La otra parte de la prensa, la que milita del lado del tabasqueño, se ha dedicado a eso los últimos seis años y mire que le funcionó. Ahora la cosa se puede poner igual, pero en sentido contrario.
Al fin y al cabo, negocios son negocios, y si López Obrador les pega donde más les duele, pues ojo por ojo.
Twitter: @adejorge