Los enojados serán otros
Todo parece indicar que el presidente electo, López Obrador, cumplirá muy pronto con una promesa de campaña repetida hasta el cansancio: se cancelará el proyecto de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Cancelación que costará muchísimo dinero, el que ya se puso y el que se tendrá que poner, sólo para cumplir el berrinche. Cancelación que hablará mal de México en el mundo. Cancelación que provocará más caos para los viajeros en el actual aeropuerto y en la ocurrencia de Santa Lucía. Cancelación que, quizá, provoque accidentes aéreos y con ello muertes de seres humanos que no lo merecen.

Pero el populismo es lo de hoy señores, y hay que quedar bien con los que votaron por uno, que digo votaron, los que aplaudieron sin cansancio cada ofensa, cada ocurrencia, cada burla, esos que quieren la caída del ‘sistema’ llevando a un hombre del sistema a la presidencia, la cárcel para los corruptos (menos para los que ya pactaron la aterciopelada transición con el nuevo ‘presi’) pero que no están dispuestos a portarse con decencia en la calle. Los que hacen de cualquier cosa un escándalo para sacar raja política, los que se valen de la ignorancia que abunda en las redes sociales para llenar sus redes de incautos.

Hay que quedar bien con las organizaciones oportunistas que siempre estarán en contra del progreso, a menos que el político en turno saque la chequera.

Hay que verse macho, entrón, decidido cuando de hacerle caso a un solo constructor (amigo de hace años, por cierto) que contradice a todos los expertos en la materia se refiere. Para esos son los cuates.

Pronostico una gran algarabía entre los aplaudidores (como focas) de las redes, los medios militantes y las sanguijuelas de las organizaciones de la ‘sociedad civil’, ni hablar de las Cámaras que están plagadas de sujetos hechos a imagen y semejanza del salvador de la patria.

Pero sé de algunos que serán los enojados. Esos otros serán los inversionistas, los que impulsan el empleo y desarrollo de nuestras comunidades, los que arriesgan su dinero para que México transite a la modernidad. Y los mercados no perdonan ¿eh?

Allá aquellos que celebren esta ‘reivindicación’ de la ‘Cuarta Transformación’, porque cuando el monstruo del dinero revire y de un coletazo, no habrá Mesías que nos salve.

Twitter: @adejorge


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