Prestamos urgentes: un arma de doble filo

Un préstamo bancario tradicional puede ayudar a salir de aprietos económicos en poco tiempo, mientras que el pago de este, puede extenderse a un largo periodo de tiempo, lo que resulta cómodo de pagar en pequeñas cuotas. Pero estos suelen no ser accesibles para la mayoría, a diferencia de los préstamos urgentes.

Los préstamos urgentes o rápidos han tomado auge recientemente, ya que no se debe hacer una solicitud al banco, incluir papeleo tedioso y esperar aprobación del mismo. Esta clase de operación se ejecuta por Internet, donde se contacta con una entidad que ofrezca una determinada cantidad de dinero prestada por un periodo de tiempo. Todo esto se puede procesar en pocas horas, sin necesidad de trámites muy largos. Basta con llenar un formulario y tener unos los requisitos a mano.

Aunque estas pueden sonar como una solución rápida y fácil, se deben tener en cuenta ciertas ventajas e inconvenientes para decidir si es la mejor opción para solucionar imprevistos financieros.

Ventajas de los préstamos rápidos sobre préstamos tradicionales


Entre las ventajas que se encuentran están los pocos requisitos que se necesitan para pedir el préstamo.

Solo se debe tener a mano un móvil, ser titular de una entidad bancaria en México, ser residente en México y contar con la solvencia económica para poder pagar.

También se puede destacar la increíble rapidez con la que el proceso es realizado, en unas horas ya se debería haber terminado la solicitud y de 24 a 48 horas el dinero en la cuenta bancaria proporcionada.

No se tiene que tener una vinculación directa con la entidad prestamista, a diferencia del método tradicional donde se debe adquirir productos extras como tarjetas, seguros, o algún otro instrumento ofrecido por la entidad.

Otra ventaja excelente es la privacidad en cuanto a qué finalidad se le dará al préstamo, una buena opción alternativa si no se desea dar explicaciones del porqué se está buscando urgentemente dinero.

Desventajas de los préstamos rápidos


Una de las principales desventajas y una de las principales razones por las que no es la opción adecuada para todos, son las altas tasas de interés que suelen tener los préstamos urgentes. Las tasas de interés suelen ser mucho mayores a las de una entidad bancaria tradicional, estas pueden llegar hasta el 5000%, por lo que se debe evaluar si las ganancias que se tendrán a partir del préstamo serán mucho mayores a este y valdrá la pena contraer una deuda de esa magnitud.

Otra desventaja es que estos suelen ser de cantidades bajas de dinero. En el supuesto de que se quiera una cantidad mayor de dinero, se debe acordar con el prestamista y por supuesto, estos exigen y adicionan requisitos más estrictos que un préstamo urgente común.

Como última desventaja, los préstamos rápidos se pueden sobre un vacío legal, lo que puede resultar no muy atractivo.

Precauciones al tomar un préstamo rápido


Se debe realizar una investigación previa y un seguimiento de la entidad financiera que hará el préstamo, revisar las referencias u opiniones que otros usuarios tengan sobre el servicio. Si la información no es de fácil acceso o la página web o redes sociales de la entidad no cuentan con una sección de opiniones, entonces hay motivos para desconfiar. Siempre es mejor irse por entidades conocidas en trayectoria.

Alternativas a los préstamos rápidos


Otra buena manera de conseguir inmediatamente un préstamo son los microcréditos online, ya que con estos se pueden conseguir una significativa cantidad de dinero en 10 minutos y con menos requisitos que los préstamos urgentes, aunque, estos suelen salir mucho más costosos que un préstamo regular o uno urgente. A los métodos alternativos le añadiremos las financiaciones con tarjetas de crédito, ya que estas permiten establecer el pago en cuotas fijas y no presentan mayor dificultad para conseguir el crédito deseado.

Pese a que esta manera de pedir dinero de manera urgente tiene algunas desventajas importantes, no se debe descartar como opción. De hecho, las ventajas que presentan la convierten en un camino viable para conseguir la cantidad monetaria que se necesita al momento, excluyendo la espera innecesaria o molesta. Siempre se debe tener en cuenta cuánto dinero realmente se requiere, para no pedir algo extra que luego no se pueda pagar debido a los intereses y ver si se tiene la solvencia económica para pagar tiempo, y más importante, que la finalidad valga la pena.


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