Entonces ¿quién manda aquí?
Estoy totalmente de acuerdo en que los bancos en México son muy abusivos y cobran altas comisiones que no son iguales en sus filiales de otros países. Hasta ahí, la intención de los miembros de Morena en el Senado de la República, no sólo es sensible al clamor popular, sino también es justa.

Sin embargo, hay formas. Y parece que las formas del gobierno que viene son muy autoritarias y desaseadas. Después del anuncio de la iniciativa presentada por el ex priísta, Ricardo Monreal, se desató una furia ni siquiera vista cuando López Obrador canceló el proyecto del nuevo aeropuerto en Texcoco (no se engañe, lo canceló él, lo de la consulta fue una mal chiste).

Pero es que, aunque no les guste, se tendrán que acostumbrar a cogobernar con los señores del dinero, ya mexicanos, ya extranjeros, que tienen sus inversiones en nuestro país y que lo único que les interesa son las ganancias ¿cree usted que verdaderamente a los banqueros les preocupa la 4-T? Para nada, ello seguirán velando por tener más utilidades y que el mundo siga rodando.

Cuando la tormenta no amainaba, tuvo que salir López Obrador (arrodillado en términos metafóricos) a pedir perdón a los poderosos hombres del dinero y a prometer que, durante 3 años no se le meterá cuchillo a sus negocios y sólo así, la tormenta bajó de intensidad 4 a intensidad 3. Nada más, porque el daño ya está hecho.

He visto otras lecturas acerca del bochornoso episodio del jueves negro; según algunos, el tabasqueño sólo amplió el tiempo de gracias para que se vayan preparando y que de todas formas, la amenaza no se va de la mesa y, en efecto, eso parece; sin embargo, lo que es un hecho es que lo pararon en seco y las cosas no le salieron como con lo del aeropuerto donde hasta fue a botanear a un restaurante muy fifí con los supuestos empresarios corruptos que iban a terminar la obra en Texcoco y salieron con la promesa de una muy sospechosa compensación. O a los banqueros no hubo nada que ofrecerles o la única condición que estaban dispuestos a aceptar fue que le diera para atrás a esa mala broma (para ellos).

Dígame usted si no fue una reculada, dígame usted si no fue un clamor de perdón por parte del presidente electo, dígame usted si AMLO no traía un chipote en la cabeza luego de recibir semejante coscorrón.

Dígame usted, después de ver este humillante evento ¿quién manda aquí?

Twitter: @adejorge


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