La diferencia
Los tres presidentes de México que hemos tenido recientemente, Fox, Calderón y Peña, tienen una gran diferencia con el que vamos a tener, López.

En los casos de los primeros tres mencionados, tuvieron que gobernar tomando en cuenta lo más que pudieron a las voces que pensaban distinto a ellos y sus proyectos, ya sea por presión, ya sea por convicción, eran alterados por diversas razones. Y así fue, las cosas se tenían que modificar o de plano, cancelar.

Muchas de sus iniciativas que apuntaban hacia la modernidad (un nuevo aeropuerto para México/CDMX desde tiempos de Fox, por ejemplo) se fueron deteniendo, muchas de las cosas que parecían un exceso, se cancelaron. Es parte, según yo, de tomar en cuenta todos los puntos de vista y autocontenerse, no abusar del poder que se tiene, cogobernar y no concentrar el poder en una sola persona.

Pero la diferencia con López y su muy particular estilo (¿interés?) para gobernar, será muy grande. Ya quedó claro, con las formas y la simbología que está manejando, que lo suyo es ejercer la autoridad sin miramientos y tomando en cuenta únicamente su voluntad, ya sea por venganza, capricho o ignorancia.

Son sus pantalones los que se van a imponer a todo y a todos. No hay más consideraciones, no habrá justo medio, ni existirá presión alguna que lo haga cambiar de opinión. Será un presidente autoritario, pues.

Cada vez que sea cuestionado, se sacará de la chistera el argumento de los 30 millones de votos, lo cual, según él, le dio un cheque en blanco para hacer y deshacer. 30 millones que no son la mayoría, ni de los mexicanos, ni del padrón electoral, sólo fueron la mayoría de los que efectivamente votaron, pero para sus fines de destrucción son suficientes y podrá interpretarlo siempre así en su beneficio.

Con toda desvergüenza anuncia que algunas licitaciones no son necesarias, porque para eso están sus cuates.

Siempre he pensado que, en unos dos o tres años, el descontento, la desilusión y el enojo reinará en unos 12 o 14 millones de los que votaron por él; sin embargo, podría ser demasiado tarde para ponerle un alto.

Habrá que ser imaginativos para poder resistir sin poder en las voces disidentes y… sin dinero, porque al paso que va, será lo que más escasee en el país.

Twitter: @adejorge


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