¿De qué color es el caballo blanco de José Ramón?
A la terrible historia de la corrupción en México, se le puso punto final el pasado primero de julio con el cambio de poder en el ámbito federal. No habrá persecución.

La mexicana Petróleos Mexicanos (Pemex), debido al manejo que le han dado sus funcionarios, es quizá la que enarboló durante años como máximo estandarte este mal que tiene al país sumido en una enorme crisis de inseguridad, pobreza y retroceso.

Del contubernio con funcionarios desde el más bajo nivel de Pemex, se derivan los guachicoleros, un brazo de los grupos delictivos que atemorizan al pueblo ahora gobernado por Andrés Manuel López Obrador, conocido mundialmente como AMLO, o simplemente El Peje, como le dicen de cariño.

Sin embargo, la corrupción en Pemex, no destila únicamente guachicoleros, también existen contratos a particulares por predios en litigio, como es el caso de las 55 hectáreas en el municipio fronterizo de Reynosa, en Tamaulipas, al noreste de México; no obstante que el terreno denominado “Caballo Blanco”, está bajo un proceso judicial, altos funcionarios de la paraestatal realizaron una transacción de arrendamiento por 37 millones 595 mil 444 pesos, a favor de José Ramón Gómez Reséndez, padre del delegado federal en Tamaulipas, José Ramón Gómez Leal, un ciudadano reynosense que en su andar político apoyó a candidatos priístas.

El padre del representante de la cuarta transformación en una de las entidades más complicadas de la nación, José Ramón Gómez Reséndez, es un prominente ingeniero y transportista nacido en la conflictiva y peligrosa ciudad de Reynosa, se dice que es amigo muy cercano del ex gobernador tamaulipeco Manuel Cavazos Lerma, trasciende que la amistad entre ambos comenzó cuando estos personajes coincidieron en el Campus Matamoros, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.

El polémico y controversial terreno, es atravesado por ductos de diversas dimensiones que transportan gas y/o gasolina, propiedad de la empresa paraestatal petróleos mexicanos y sus empresas subsidiarias. Lo que presume ser un engaño a la nación, es precisamente porque dicho inmueble por el que el Sr. José Ramón, recibió esa jugosa cantidad de dinero, se encuentra registrado a su nombre y también aparece en el registro público como propiedad del Gobierno del Estado de Tamaulipas; el vacío en la tenencia de la tierra hoy lo tiene sujeto a litigio desde el 2001, y a sabiendas que está bajo proceso, el particular rentó a Pemex su pedazo.

A decir de sus allegados y seres más queridos, desde entonces Gómez Reséndez, ha sido perseguido por el gobierno estatal, principalmente en el sexenio del ex mandatario Eugenio Javier Hernández Flores. En julio de 2002 cuatro pipas propiedad de José Ramón -padre- fueron detenidas en la Aduana de Reynosa, por traer de contrabando litros de queroseno, un destilado del petróleo  utilizado incluso para adulterar gasolinas y diesel, según informaron en su momento las autoridades federales.

Pero tal y como sucede con todos los hombres de poder, don JR, tiene diversos señalamientos en su contra por sus largos y extensos alcances en diversos rubros, nexos fortalecidos de tal manera que el Ayuntamiento de Reynosa 2011-2013, presidido por Everardo Villarreal, le organizó una sesión extraordinaria de Cabildo para cederle una extensión territorial de 5 mil 333 metros cuadrados en dos terrenos ubicados en los sectores Loma Blanca y Villas de la Joya, esto a cambio de una propiedad de 995 metros cuadrados; en el trueque, el municipio perdió más de 4 mil metros cuadrados. Ese tipo de beneficios sin dudarlo, solo los alcanzan los poderosos como el papá de José Ramón Gómez Leal, representante del gobierno lopezobradorista en la tan insatisfecha Tamaulipas.

Pero todo lo anterior que es solo un poco de lo mucho, sigue siendo una persecución en contra de los Gómez Leal, según expuso José Ramón, el delegado federal tamaulipeco en conferencia de prensa desde la ciudad de Tampico, el prominente municipio situado al sur del estado, allí JR, aseveró que el terreno “Caballo Blanco”, sigue entrampado en lo judicial y continúa en pleito; pero reveló que fue adquirido en 1993, criticando que causalmente hasta el año 2000, el gobierno del estado decidió apoderarse, iniciando con ello una persecución política para su familia, y tres dueños más.

Por cierto Gómez Leal, se comprometió para más adelante, enseñar todos los documentos que acreditan la propiedad del Caballo Blanco, una jugarreta política en la que notarios de otros estados se prestaron para mentir en contra de su señor padre José Ramón Gómez Reséndez.

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